En plena madrugada, trabajadores del subte encontraron dos alacranes en las instalaciones de la Línea D, que arranca su recorrido en el microcentro porteño y termina en el barrio de Belgrano.
Uno de los ejemplares estaba en un andén de la estación Bulnes. El otro apareció en el vestuario de la estación 9 de Julio. Ambos estaban en zonas oscuras y de poca circulación ya que, según los especialistas, estos bichos escapan de la luz y del movimiento.
Desde la Asociación de Trabajadores del Subte y el Premetro le informaron al diario La Nación que cada seis meses un trabajador es picado por un alacrán. Los túneles de los subterráneos de la ciudad de Buenos Aires son lugares cálidos durante todo el año. Allí se genera un clima amigable para arañas y alacranes. Además allí habitan cucarachas, el alimento de estos arácnidos.
Por su parte, Metrovías informó que la primera semana de cada mes se realizan fumigaciones en las formaciones y en las estaciones para evitar plagas.