El papa Francisco llamó a los padres de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes por rugbiers

Se dio dos días después de la audiencia entre el pontífice y Alberto Fernández. El contenido de la conversación no trascendió.

Pope Francis waves from the balcony of St Peter's basilica during the traditional \
Pope Francis waves from the balcony of St Peter's basilica during the traditional \

A dos semanas del asesinato de Fernando Báez Sosa, el papa Francisco se comunicó el domingo con los padres del joven que sufrió una golpiza de parte de un grupo de rugbiers, y se solidarizó con su dolor.

Silvino y Graciela, los padres de Fernando durante una marcha en silencio en Recoleta. (Foto: Clarín)
Silvino y Graciela, los padres de Fernando durante una marcha en silencio en Recoleta. (Foto: Clarín)

"Sí, llamó el papa Francisco, pero no puedo decir" el contenido de esa conversación, dijo a AFP Silvino Báez, padre del joven. La familia Báez Sosa es creyente, y Fernando asistía al colegio Marianista de Caballito, que es católico.

Según publicó Clarín, el sumo pontífice habría dado "un mensaje dirigido a la sociedad, ante las situaciones de violencia que se viven en estos momentos en la Argentina y el mundo".

El papa Francisco (REUTERS/Remo Casilli)
El papa Francisco (REUTERS/Remo Casilli)

El sábado, Silvino y su mujer Graciela realizaron una misa "por el descanso eterno" de Fernando en la parroquia San Agustín. A la misma asistió la novia del fallecido, familiares, amigos, vecinos y algunas personas autoconvocadas por la gravedad del crimen.

Báez, de 18 años, murió la madrugada del sábado 18 de enero en Villa Gesell tras recibir una golpiza de parte de un grupo de diez rugbiers, en la puerta del boliche Le Brique.

Los agresores, todos de Zárate, están imputados, dos de ellos como coautores del homicidio, y los ocho restantes como partícipes necesarios.

El Papa Francisco junto a Alberto Fernández (Vaticano vía REUTERS)
El Papa Francisco junto a Alberto Fernández (Vaticano vía REUTERS)

El llamado del Papa se dio dos días después de que recibiera en el Vaticano al presidente Alberto Fernández, con quien se reunió durante unos 45 minutos en audiencia privada.