Hernán Casciari sorprendió en la radio al recordar el infarto que sufrió en Uruguay en 2015 y contar cómo le devolvió el favor inconscientemente a sus salvadores.

En un episodio que llamó "El mejor infarto de mi vida" el escritor relató una anécdota conmovedora. Había alquilado una casa en Montevideo, Uruguay, a través de la plataforma virtual Airbnb. La propiedad pertenecía a Javier Artigas y Alejandra Oddone. Ellos no la estaban pasando bien, el hombre había renunciado a su trabajo y justo después le diagnosticaron una insuficiencia renal que le impidió conseguir otro empleo. La única salida que tuvieron fue alquilar la casa de huéspedes, y aquí aparece en escena el fundador de revista Orsai.

Casciari sufrió un infarto en el living de la casa al día siguiente de haber llegado. "Los dueños me salvaron la vida. Me subieron a un auto, llamaron a un patrullero, me llevaron al hospital, donaron sangre, hicieron una cantidad de cosas tremendas para que yo no me muriera. Sin conocerme. Nos habíamos visto un día antes, cuando me dieron la llave de la casita de huéspedes, y nada más", recordó el escritor.

Hernán Casciari es un escritor y editor argentino. En principio fue reconocido por su trabajo en pos de la unión entre literatura y el blog, destacado en la blogonovela. Creó la Editorial Orsai y dirige la revista de nombre homónimo.

Javier y Alejandra actuaron desinteresadamente, de la misma forma que lo hubieran hecho por cualquiera. Su quinto huésped les dio un gran susto, pero también una gran satisfacción.

Al enterarse de su enfermedad crónica, que lo obligaba a hacerse diálisis periódicamente, Javier había tenido una idea: crear una aplicación que conectara a pacientes con centros de diálisis, para que tuvieran la posibilidad de viajar. Pero no encontró quién la financie y se frustró.

Pero la oportunidad de concretar el sueño de Javier llegaría gracias a Casciari, pese a que el escritor se enterara de todo un año después del episodio, cuando se reencontró con ellos para agradecerles por haberle salvado la vida. El escritor llegó dispuesto a ayudar a su salvador, pero él le respondió: "Sin darte cuenta, ya hiciste algo".

Hernán Casciari y Javier Artigas, descendiente del prócer uruguayo.

"Me dice: '¿vos te acordás, Hernán, que al día siguiente de tu infarto recibiste un mail?' Claro que me acordaba. A veces cuento la anécdota: estaba entubado en el hospital, me vibró el teléfono, y era un mail automático de la aplicación de Airbnb, que me pedía una evaluación pública de mis anfitriones de Montevideo", recordó el escritor. Fiel a su estilo, escribió una hilarante reseña que luego se volvió en viral en las redes. En ella, entre otras cosas, recomendaba la "excelente vivienda para huéspedes sedentarios y con propensión al infarto de miocardio".

El poder de las redes sociales hizo que la reseña de Casciari llegara al fundador de Airbnb, Joe Gebbia, quien el 31 de diciembre, a menos de un mes del infarto, aterrizó en Uruguay, les tocó el timbre a Javier y Alejandra, alquiló la casa de huéspedes por una semana y les preguntó si era cierta la historia del huésped argentino que se infartó y le salvaron la vida.

Luego Gebbia contaría esta anécdota en una charla TED sobre la construcción de confianza en la plataforma y sorprendería a celebridades internacionales. "Entre los asistentes a esa charla estaban Bill Clinton y Steven Spielberg, que se cagaban de risa de mi reseña", contó Casciari.

Pero la historia no termina allí. "A Joe Gebbia, la idea -de Javier- le pareció increíble y le ofreció asociarse. Le dijo: 'si un huésped de Airbnb tiene una enfermedad X, tu plataforma podría conectarlo con un anfitrión que ofrezca una casa adaptada a esa enfermedad'. Javier abrió los ojos como un dos de oro. Era una idea simple y genial que cuajó en menos de 30 horas. Gebbia mandó un mensaje de Whatsapp a sus socios y a los 10 minutos, le llegó un contrato por mail desde San Francisco, y en menos de dos semanas, Connectus Medical, la plataforma de Javier, recibió financiamiento por más de US$ 3 millones", reveló el escritor emocionando a sus compañeros de Perros de la Calle (Metro).