Crimen del joyero en Rosario: detuvieron a un remisero como presunto asesino

La policía capturó al sospechoso al día siguiente de la muerte de Hugo Ferrari en un departamento céntrico.

El hijo de la víctima descubrió el homicidio cuando fue al edificio de Zeballos al 1100.
El hijo de la víctima descubrió el homicidio cuando fue al edificio de Zeballos al 1100. Foto: @radio2rosario

En menos de 48 horas, la investigación del asesinato de un joyero en el centro de Rosario derivó en la captura del presunto asesino. El día después de la muerte de Hugo Cristian Ferrari, la Justicia provincial identificó a un remisero como autor del crimen denunciado el último jueves.

A partir de videos de cámaras de videovigilancia, las autoridades determinaron que la víctima había recibido a un repartidor de PedidosYa en el edificio ubicado sobre Zeballos al 1100. Una vez que averiguaron de quién se trataba, este viernes allanaron su casa con orden de captura de la fiscal Marisol Fabbro.

Durante el operativo en Iriondo al 4200, la Agencia de Investigación Criminal (AIC) encontró una caja de la aplicación móvil y una motocicleta. Además secuestraron una computadora de escritorio y prendas de vestir.

En el marco de la pesquisa, la policía descubrió que Adrián C. trabajaba en una remisería ubicada sobre Avenida Francia y 24 de Septiembre. Los efectivos también fueron a inspeccionar ese lugar y finalmente apresaron al supuesto asesino de Ferrari.

El remisero de 30 años quedó bajo arresto cuando la policía lo interceptó a bordo de un Renault 19. Finalizado el procedimiento, la Fiscalía pidió una audiencia para imputarlo por el homicidio del joyero.

¿Cómo mataron a Hugo Ferrari, el joyero fallecido en un departamento céntrico de Rosario?

De acuerdo a las grabaciones que analizó la AIC, Hugo Ferrari recibió a un repartidor la noche del miércoles. El joyero bajó de su departamento del primer piso y le abrió la puerta, pero ya no volvió a salir ni se contactó con su familia.

Al mediodía siguiente, el hijo de la víctima fue al edificio y descubrió el asesinato. Su padre había sufrido dos heridas cortantes en el cuello y la vivienda estaba desordenada.

Ferrari falleció en el living de su hogar. En primera instancia, la Justicia no detectó el robo de objetos de valor ni de sus pertenencias. Sin embargo, varios vecinos plantearon que el joyero solía guardar alhajas y otros elementos que vendía, más allá de que ya no tenía ningún negocio formal en el rubro.