Entró a su casa, quiso violarla, la obligó a practicarle sexo oral y la filmó

Ailén reveló que al abusador se le cayó el celular en la huida y un vecino se lo alcanzó sin saber lo que había pasado.

El agresor se fue con un cómplice a bordo de una moto. (Canal 3)
El agresor se fue con un cómplice a bordo de una moto. (Canal 3)

Una joven rosarina denunció que un delincuente intentó violarla y la filmó mientras la obligaba a practicarle sexo oral en la zona sur de la ciudad. Todo ocurrió mientras estaba con su novio y el hermanito de éste, quienes también terminaron maniatados durante un episodio estremecedor.

Ailén vive en una casa de pasillo del barrio Tiro Suizo y estaba sentada en el comedor mientras esperaba que terminaran de cocinarse unas empanadas en el horno. En ese momento, el agresor ingresó encapuchado por la puerta entreabierta y la amenazó apenas gritó. En otra habitación estaba Yair, su pareja, y su cuñado.

"No quería plata, me buscó a mí", afirmó la víctima a la hora de repasar lo que había ocurrido una vez que los tres quedaron maniatados en el dormitorio de su hogar. Todos estaban con los ojos tapados, pero el acusado sólo fue a buscarla a ella una vez que revisó el domicilio. La zamarreó, le apuntó con un revólver por detrás y la llevó al otro ambiente.

Cuando Ailén fue caminando hacia el comedor, llegó a advertir que había dos bombachas suyas tiradas sobre la mesa. El supuesto ladrón la tiró entonces sobre el sillón y empezó a manosearle los pechos. Después se levantó, se bajó los pantalones y la forzó a practicarle sexo oral. "Lo peor es que en un momento, cuando me acercaba hacia su miembro, se me corrió la venda y veo que me estaba filmando", reveló en un reportaje con Canal 3.

En su testimonio, la rosarina contó que el maleante la levantó después y la tiró sobre la mesa para violarla con los pantalones bajos, pero ella se movía. Luego la arrojó de vuelta al sillón para intentar penetrarla y tampoco pudo. Finalmente eyaculó sobre su panza y la limpió con un trapo que luego lavó en la bacha de la cocina.

"Hoy fui yo. Estoy acá, por suerte la estoy contando y no aparecí muerta como muchas", expresó la víctima. Desconsolada y presa de una "impotencia bárbara" por lo ocurrido, recurrió a la Justicia luego de la huida del agresor para dar cuenta del aberrante ataque.

En la zona había testigos que vieron el escape del delincuente en moto con un cómplice e incluso hay imágenes en video de ese momento. Al acusado se le cayó el celular que había usado para grabar la agresión, pero un vecino se lo alcanzó sin saber lo que había ocurrido minutos antes.