Solidarios: mendocinos confeccionaron y donaron miles de barbijos y batas a profesionales de Salud

La donación fue de 4.700 barbijos y 560 batas para el personal de la salud. Trabajaron 40 personas.

Donación
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La solidaridad de los mendocinos suele no tener límites. Esto se refleja con claridad en tiempos de pandemia. Un grupo de diseñadoras (de carteras e indumentaria) decidió colaborar con la confección de barbijos y batas para proteger a quienes tienen hoy que dar pelea frente a frente con el virus COVID-19.

ProMendoza recibió la invitación de una emprendedora mendocina, Natalia Cabeza, que realiza piezas exclusivas en cuero, para colaborar de una iniciativa que surgió en un grupo de WhatsApp. "Tenemos una relación muy fluida con mis compañeros de primaria y cuando arrancó la cuarentena sentimos la necesidad de ayudar. Comenzamos juntando dinero y de a poco la acción se fue transformando y convocando a más gente que sentía lo mismo. Así terminamos siendo muchísimas personas cortando y cosiendo batas y barbijos en distintos talleres de Mendoza".

Con la iniciativa en marcha, el Ministerio de Salud de la provincia realizó la compra de la materia prima para elaborar los insumos. Ese gesto solidario se transformó en 560 batas y 4.700 barbijos, gracias a las más de 40 personas desinteresadas que colaboraron con tiempo y dinero para concretar este objetivo.

"Calculamos que entre mano de obra y dinero se aportó cerca de 200 mil pesos, pero además si estos insumos se hubieron comprado, a valor de mercado, el costo de estos materiales de protección sanitaria alcanzaría los 400 mil pesos aproximadamente", expresó Carolina Suárez Garcés, responsable del área Institucional de ProMendoza, al resaltar la generosidad de los participantes.

Donación
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"Es conmovedor ver el esfuerzo colectivo de personas tan serviciales, ha sido un grupo muy organizado y colaborativo que ha entregado materiales de altísima calidad, indiscutibles en el cuidado de profesionales sanitarios", expresó Daniela Stella, asesora de Gabinete del Ministerio de Salud, quien se sumó al equipo para facilitar telas especiales y coordinar el diseño y confección del material de acuerdo a los protocolos impuestos por la Dirección de Farmacología de la provincia.

Se sumó al grupo de voluntarios Graciela Cunial, quien se dedicó por muchos años al diseño y confección de ropa para bebé. Hoy disfruta de coser con sus amigas en su pequeño taller en casa y realiza todo el material médico para la clínica de su marido, el cirujano plástico Carlos Mira Blanco.

"Me incorporé a un grupo de voluntarias cuando comenzaron a juntar dinero para comprar las telas y me ofrecí a cortar las batas médicas porque tengo experiencia, pero nunca había cortado mil metros de tela. Fue al menos una semana de trabajar 8 horas diarias cortando bata por bata junto a Carlos para poder lograrlo. Finalmente, el esfuerzo valió la pena", destaca Graciela con satisfacción por la tarea cumplida.

También se unió al equipo de trabajo Agustina Blanco, diseñadora de indumentaria e integrante de La Grupa, integrado por mujeres mendocinas que diseñan ropa exclusiva y joyas terminadas a mano. Ella participó de la confección de barbijos y para optimizar esfuerzos y otorgar precisión decidieron generar un instructivo para cada una de las cosedoras. Dividieron los talleres por zona, a fin de eficientizar la distribución y la entrega.

"Yo quiero destacar cómo estas emergencias sacan lo mejor de nosotros. Me queda de esta experiencia, el amor al otro, el trabajar codo a codo para apoyar a los que nos cuidan combatiendo la enfermedad", dijo Agustina.