Día de la Mujer: el equilibrio entre la maternidad, la carrera profesional y un negocio familiar exitoso

Gabriela Werkcaig, cuenta a Vía País el orgullo al ser “considerada y respetada como mujer”, algo que no considera fácil.

La relación que Gabriela mantiene con proveedores es la parte fundamental de su carrera profesional.
La relación que Gabriela mantiene con proveedores es la parte fundamental de su carrera profesional. Foto: Foto cortesía Gabriela Werkcaig

Trazar una carrera profesional y al mismo tiempo priorizar una familia, es uno de los retos más cotidianos de la mujer actual. Este desafío se muestra como un impulso persistente para cumplir las metas de vida de muchas. Gabriela Werkcaig, es una mujer que se ha considerado orgullosa de cumplir facetas que para ella son fundamentales: esposa y madre, profesional y emprendedora.

La porteña de 44 años cuenta con orgullo la flexibilidad en su agenda con un trabajo poco tradicional, la creación de un negocio desde cero en mitad de una pandemia y poder ser parte de las actividades de sus tres hijos. Desde su experiencia, el equilibrio de todo va en la organización.

“Es todo el tiempo un trabajo de malabarismo”, considera Gabriela al hablar de temas como el “estar pendiente y ser eficiente” en cosas como lo laboral y personal. A su consideración, ahora ayuda mucho al momento de resolver esos “pequeños problemas que se puedan presentar” en el día a día.

Hoy, en el Día de la Mujer, Gabriela cuenta a Vía País cómo manejar esos malabares desde el inicio de una vida profesional y el salto a un emprendimiento exitoso.

El inicio de una carrera profesional en un trabajo poco tradicional

Gabriela Werkcaig inició su formación profesional en la Universidad de Buenos Aires (UBA), en la carrera de Administración de Empresas. Sin embargo, sus trabajos durante el proceso la llevaron a interesarse principalmente en el Comercio Exterior, sobre el que decidió hacer un postgrado, también en la UBA.

“A mí siempre me gustó trabajar”, recordó Gabriela al mencionar que apenas terminó la secundaria comenzó su trabajo como administrativa en una empresa constructora, pero su carrera más marcada fue el Comercio Exterior cuando comenzó en una importadora, donde se capacitó y aprendió el tema del contacto con proveedores de China.

En este proceso, Gabriela tuvo la oportunidad de viajar a China, empaparse de su cultura y de cómo es la negociación y el seguimiento de las órdenes, lo que considera como “su principal” y a lo que se sigue dedicando hasta ahora de manera profesional.

Gabriela inició sus estudios de postgrado en Comercio Exterior entre 2006 y 2007.
Gabriela inició sus estudios de postgrado en Comercio Exterior entre 2006 y 2007. Foto: Foto cortesía Gabriela Werkcaig

Tras haber pasado varios años en una empresa en relación de dependencia, quiso cambiar el tema del horario porque sentía que realmente su meta era “trabajar por objetivos y poder cumplirlos”.

De la mano de esta experiencia, conoció proveedores de empresas pequeñas y no tan pequeñas, consiguió la oportunidad para desarrollar su trabajo de forma particular en cuanto al contacto con proveedores de China para importar diversos rubros.

“Me encuentro muy conforme con lo que estoy haciendo ahora”, puntualizó al destacar que con este trabajo pudo viajar, conocer y llegar a tener un trabajo bastante dinámico que inició en el 2001 y mantiene hasta ahora.

Un negocio familiar que nació en pandemia

De acuerdo a la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA), el comercio fue el rubro de los emprendimientos que alcanzó un mayor porcentaje durante la pandemia en el país y el negocio familiar de Gabriela Werkcaig junto a su esposo Javier Tasat.

“Se me ocurrió arrancar desde mi casa un negocio de venta de productos de repostería y bazar”, cuenta Gabriela al recordar las dificultades de la pandemia en medio de la preocupación por la carrera profesional de su marido enlazada al turismo.

El inicio del negocio familiar se dio en julio del 2020 “con dos cajas desde casa” y luego de varios meses el proyecto creció. En diciembre del mismo año, decidieron abrir un local que hoy en día sigue vigente en el barrio de Palermo: 5onzas. “Con mucho amor lo creamos y lo cuidamos mucho porque es algo muy pensado”, confesó.

Gabriela y su esposo abrirán un segundo local de 5onzas a partir de marzo de 2023 en el barrio de Belgrano.
Gabriela y su esposo abrirán un segundo local de 5onzas a partir de marzo de 2023 en el barrio de Belgrano. Foto: Foto cortesía Gabriela Werkcaig

Al hablar del proyecto, contó que primero fue como un extra en el momento que su marido se estaba quedando sin ingresos de alguna forma, pero también lo consideró como “algo que siempre le gustó” porque siempre le gustó hacer “una selección de cosas que tendría en casa y ese es el espíritu de 5onzas”, explicó frente a su punto de vista como mujer emprendedora.

Orgullo de ser mujer: saber encontrar el equilibrio

En cuanto a lo personal, Gabriela considera que “siempre está el balance entre lo familiar y lo laboral”. Sin embargo, la mujer destaca que primero en la agenda siempre están sus hijos: un nene de ocho años, y dos nenas, una de seis y otra de tres años de edad.

“Mi agenda siempre se basa en sus horarios”, confiesa al explicar que siempre está al tanto de lo que sucede en el colegio de sus hijos. “Yo me levanto con ellos a la mañana, a la tarde los recibo y los fines de semana estamos todos juntos”.

Por supuesto, considera que siempre suceden imprevistos. “A veces he tenido reuniones muy largas o tengo que viajar, por suerte mi marido me apoya”, expresó al resaltar que siempre se complementan como equipo.

Gabriela Werkcaig junto a su esposo Javier.
Gabriela Werkcaig junto a su esposo Javier. Foto: Foto cortesía Gabriela Werkcaig

“Yo trato de resolver en el momento, no dejo para después”, es uno de los mensajes principales de Gabriela Werkcaig a las mujeres que quieren abarcar por completo su vida profesional y personal. Entre sus recomendaciones está manejarse con listas, llevar siempre consigo una agenda escrita para poder visualizar la semana de manera dibujada como una forma de “no descuidar ninguna de las patas de la mesa”.

En su mayor orgullo como mujer está el saber que se puede encontrar el equilibrio tras lograr un horario flexible y a su vez, ser “considerada y respetada” por sus clientes y la gente con la que se relaciona.

“Eso es algo que lleva años y sé que siendo mujer no es tan fácil y eso me hace sentir muy bien”, confesó al señalar su conformidad al combinar trabajo con su marido, pero también un laburo propio que no dependa de él, estar para sus hijos, almorzar con amigas y todo ese “mix” de cosas que se va formando, que le dan tranquilidad y que le permiten empezar contenta y con ganas cada semana.