Carla Peterson encontró el equilibrio justo entre lo estético y lo funcional. En su casa de Buenos Aires, que comparte con su pareja Martín Lousteau y su hijo Gaspar, cada rincón habla de sensibilidad, buen gusto y una fuerte conciencia ambiental.
A través de sus redes sociales, la actriz mostró algunos espacios clave de su vivienda de dos plantas, en los que predominan los tonos neutros, los muebles con historia y una impronta muy personal. Lejos del lujo ostentoso, Peterson apostó por una decoración cálida, sustentable y llena de detalles que inspiran.

El estilo de Carla Peterson: arte, naturaleza y confort
El living se lleva todos los aplausos. Con un mix de muebles vintage y piezas modernas, el ambiente tiene un aire retro sofisticado. Uno de los tesoros más preciados de Carla es un mueble hecho a medida que funciona como bar y vajillero, donde guarda su colección de discos junto a un tocadiscos y un amplificador blanco.

“Este es el regalo de Navidad que me hice. Creo que lo voy a usar más como bar y hoy mismo lo estreno”, escribió en redes, dejando en claro su pasión por los objetos con historia y funcionalidad.

Las paredes se adornan con cuadros cuidadosamente seleccionados, y un antiguo órgano aporta un guiño artístico al conjunto. El verde también tiene su lugar: varias plantas de interior refuerzan el aire fresco y natural del espacio.

En la habitación principal se respira la misma armonía. La cama con respaldo de lino y un sillón de pana gris azulado generan una atmósfera de descanso y serenidad. Cada elemento está pensado para construir un refugio donde todo fluya con suavidad.

Pero el detalle que se lleva todas las miradas está en la terraza: Carla montó una huerta urbana con cajones de madera donde cultiva sus propias frutillas. Este espacio no solo embellece, sino que también expresa su compromiso con la alimentación consciente y el respeto por el entorno.
