El juicio por el presunto asesinato del cazador Pablo "Paco" García (36) se "trasladará" este miércoles a un campo entre José de la Quintana y Villa Anisacate, a 600 metros de la ruta 36, donde el empresario fue hallado muerto el 27 de agosto de 2015 con un tiro en la cabeza.
Sucede que, por pedido del fiscal Mariano Antuña, el Tribunal de la Cámara 12° del Crimen y los jurados populares irán al monte para realizar una inspección ocular y conocer con detalle la geografía de un episodio que tiene imputados a tres hombres como supuestos autores del homicidio.
Presenciar la espesura del monte es un dato relevante en una causa que no tiene testigos directos, por lo que la discusión central se basa en los informes y estudios forenses sobre la muerte de "Paco".
Según la acusación, el empresario, oriundo de Alta Gracia, fue asesinado en el marco de una discusión con tres cazadores con los que se cruzó cuando buscaba chanchos salvajes.
Los hermanos Carlos (31) y Julio Malter (37), y Gustavo Orlando López (44) se encuentran imputados por “homicidio doblemente calificado, por alevosía y por la participación de dos o más personas”, lo que conlleva la prisión perpetua.
De acuerdo con la acusación, García discutió con ellos por la utilización del espacio para cazar, dado que él tenía permiso y ellos, no. En eso, López y Julio Malter distrajeron a García y el otro Malter se puso detrás y le disparó con la escopeta en la cabeza. Luego acomodaron el cuerpo en una reposera y huyeron.
Pericias finas. El jueves pasado, en el inicio del juicio, el fiscal Antuña adelantó que la acusación se sustancia en las pruebas científicas, por lo que deberá quedar acreditado "con grado de certeza" cómo fue la presunta ejecución de "Paco".
Hay una diferencia clave en la declaración de los imputados: los hermanos Malter sostienen que confundieron a García con un chancho y le dispararon "a unos 30 metros", en tanto que López confesó que "no hubo una confusión", sino que los hermanos Malter le dispararon "a unos 5 ó 6 metros" de distancia.
Ante esto, y para corroborar las declaraciones de testigos –el dueño del campo y los primeros policías en tomar contacto con el cuerpo–, el fiscal pidió una inspección que les permita ubicarse y tener precisiones sobre dónde estaba la reposera, a qué distancia fue el disparo letal, cómo era la visibilidad y otros ajustes visuales.
En la jornada de este martes, Elvio Galeano y su hijo Esteban, dueños del campo, confirmaron que García estaba autorizado por ellos para cazar.