Con un alto nivel de acatamiento, las clínicas de Córdoba cumplieron este jueves su primer día de protesta en contra de la Administración Provincial del Seguro de Salud (Apross). Los prestadores sanatoriales solicitan un incremento del 45 por ciento, desde octubre del año pasado. Sin embargo, la obra social provincial advierte que, de conceder ese monto, correría el riesgo de desfinanciarse.
“La respuesta de las clínicas fue unánime en toda la provincia. La mayoría decidió posponer los turnos de consultas, cirugías y estudios. Y sólo están atendiendo las urgencias y cirugías oncológicas, porque los tratamientos que no se pueden interrumpir”, indicó Gustavo Bilbao, integrante del directorio del Sanatorio Aconcagua.
Alrededor de 30 centros de salud privados suspendieron las atenciones a 620 mil afiliados de la Apross. La medida había sido anunciada la semana pasada y finalmente comenzó este jueves y se extenderá hasta las cero horas de este viernes.
Las clínicas reclaman un aumento en los aranceles, algo que no sucede desde abril del año pasado. En agosto del 2016, comenzaron las negociaciones con Raúl Gigena, director de Apross, pero los aumentos se pospusieron por causa del conflicto con los anestesistas, desatado en octubre.
En febrero de este año, la obra social concedió un incremento del 15 por ciento a cuenta de futuros aumentos, pero las clínicas aseguran que las subas de los nomencladores no fueron oficializadas. Atribuyen a Gigena la responsabilidad de haber vetado una resolución del directorio de Apross, que concedía aumentos en los aranceles.
Los prestadores sanatoriales solicitan un incremento del 45 por ciento (10 por ciento desde octubre del año pasado, 25 por ciento desde enero a octubre del 2017 y otro 10 por ciento para cerrar el año).
La propuesta. Del otro lado del mostrador, Apross asegura que, de conceder este monto, correría el riesgo de desfinanciarse. Y propuso una suba del 31 por ciento como piso, sobre la base de un nomenclador único.
“Esta propuesta responsable es congruente con las posibilidades de pago de Apross, dado que los aumentos arancelarios que se pueden brindar tienen como techo el incremento de sus ingresos, que son básicamente los aportes que efectúan los afiliados obligatorios y en menor medida los afiliados voluntarios”, informó.
Para las clínicas, esto entraña un riesgo y en realidad sostienen que el sistema debería ser como el de Pami, con la participación de cuatro nomencladores, según el nivel de complejidad de cada centro de salud.
Cómo sigue. El paro de las clínicas a la Apross continúa este viernes. El diálogo se encuentra interrumpido. El lunes que viene, las asociaciones se reunirán para analizar los pasos a seguir.
Cabe destacar que, desde hace varios años, cada vez más clínicas deciden dejar de atender a los afiliados estatales. Tal es el caso del Sanatorio Allende, Reina Fabiola e Instituto Cardiológico.
Al menos ocho clínicas de Capital y tres de Río Cuarto acataron la huelga al 100 por ciento. Y además, un 80 por ciento en Villa María, Traslasierras y departamento San Justo, informó Bilbao. Los prestadores sanatoriales están agrupados en las cámaras Caescor, Aclisa, Came y Aclinor.