Por Gonzalo Toledo.
Director de cine, guionista, escritor y actor, Sebastián De Caro viene de visita a Córdoba, para ofrecer una charla abierta, en 220 Cultura Contemporánea (en Plaza de la Música), este sábado las 17. La entrada cuesta 50 pesos y para participar hay que anotarse en el correo formacion@220cultura.com.
Esta actividad forma parte del curso de Crítica Cinematográfica y de Series dictado por “Todas las Críticas” (Todaslascriticas.com.ar) que se dictará de septiembre a noviembre.
Para tratar comprender el auge de las series y su mandato casi imperial, en todas las pantallas del mundo nuevo, diría Pappo, lo llamamos a Seba, vía celular.
–¿Alguna pista para entender por qué hay un boom de las series? Si es que se puede entender así.
–Tiene que ver con el consumo indiscriminado. La plataforma está basada solamente en las tramas y en el vacío de contenidos. Es como llenar solamente de azúcar y no poner nada de alimento, esa es la idea.
–¿Esa es tu interpretación?
–No, no. Eso es así. Son series que tienen planos cortos y medios; carecen en su mayoría de lenguaje cinematográfico y es como que yo te diga todas las semanas 'che, te voy a contar un secreto, pero mejor te lo cuento la semana que viene'. Entonces, es altamente adictivo, porque vos vas a tratar de desentramar una trama que siempre se promete que va a resolverse en breve y nunca pasa eso. Lo que hay es abuso de la trama ¿por qué uno se come 100 papas fritas y no una? Porque están hechas para comer 100. Las series son iguales, en ese sentido, y estructuralmente son iguales.
–¿De tanta oferta que hay, encontrás algún guion que te atraigan más que otros?
–La gran mayoría están hechos con tramas secundarias que se abren a los costados hasta el hartazgo, planteados para que vos seas consumidor. Como vivimos en la época del consumo y todo es consumible, y vivimos en una época de poca atención, el mejor formato para exagerar estos efectos sociales son las series.
–¿Y dentro de todo esto prefabricado hay algo que se destaque un poco?
–Si vos me decís ‘¿hay mejores y peores chocolates?’ te digo ‘claro’… pero siguen siendo chocolates y estamos hablando dentro del universo del chocolate. Pero ¿se puede vivir solo de chocolate? ¡No! Hay mejores, pero chocolates son todos. Son artificiales, están dirigidas por un comité de directores y nunca por un director, escriben nueve personas… todo tiene que ver con el consumo, con la pérdida del riesgo.
–Un poco le ha pasado antes al cine, esto de no tomar riesgos.
–Imaginate que es muy difícil convencer a la gente de ver algo como El Padrino, que tiene otra velocidad. Entonces están los Súper Héroes, todo es lo mismo, son secuelas o remakes. Y, claro, está muy mal.
–Siempre repito que la máquina de reciclar de Hollywood no descansa nunca.
–Claro. Pero no hay que culpar a lo que está afuera: nosotros mismos no queremos descubrir nada y queremos que nos den lo que ya sabemos. Es el espectador también, hay gente que se indigna con una película como La Cordillera porque le propone trabajar y tratar de pensar. ¡Eso es un sacrilegio! Quieren que les den de comer en la boca, sino se enojan. La verdad es que es muy poco feliz, que como público pensemos de esa manera.