Es cadete, le robaron la bici y le regalaron una para que pueda seguir trabajando

Darío Ocanto publicó lo que le pasó en Facebook y un vecino de gran corazón decidió ayudarlo.

Darío Ocanto, el cadete que por la solidaridad de un vecino recuperó su bicicleta.
Darío Ocanto, el cadete que por la solidaridad de un vecino recuperó su bicicleta. Foto: Facebook

“Si alguien ve o le ofrecen una bici negra de cambio les encargo lo favor es mi herramienta de trabajo, la necesitó para trabajar. Ya es la tercera vez que me quieren robar en el mes”, escribió el cadete Darío Ocanto, más conocido en Azul como Coyote Loco, al publicar en el grupo de Facebook Clasificados de Azul que le habían robado su herramienta de trabajo.

Darío Ocanto, el cadete que por la solidaridad de un vecino recuperó su bicicleta.
Darío Ocanto, el cadete que por la solidaridad de un vecino recuperó su bicicleta. Foto: Facebook

En menos de un día, Gustavo Acosta, un vecino azuleño, leyó el posteo y decidió ayudarlo. “Siempre dije que de mi trabajo lo bueno es que conoces a gente buena humilde de gran corazón, y hoy apareció uno quiero agradecerte a vos Gustavo Acosta porque sin dudar me regalaste la bici que era de tu papá, despues tuya y ahora mía para que siga laburando de lo que mas me gusta. La emoción que tiene mi cara lo dice todo no hay palabras de agradecimientos para vos, solo gracias y mas gracias a vos y que seas eternamente bendecido”, escribió Ocanto al publicar una foto en la que se lo nota MUY contento por recuperar su bici.

Darío Ocanto, el cadete que por la solidaridad de un vecino recuperó su bicicleta.
Darío Ocanto, el cadete que por la solidaridad de un vecino recuperó su bicicleta. Foto: Facebook

En diálogo con Vía Azul, Darío contó su alegría de poder seguir trabajando: “Trabajo de bici mandado y el finde pasado me robaron la bici que es mi medio de transporte. Y bueno tiré un estado de Facebook contando que me la habían robado ya que me conoce mucha gente. Me tenia fe que podría llegar a encontrarla y apareció una solicitud de mensaje, lo abro y era Gustavo diciendo que tenia una bici en su patio para regalarme. Me dijo que él veía como yo día a dia me ganaba el pan y yo con mucha emoción acepté. No pasaron diez minutos que me la trajo a casa, lloré, lo abracé y sus únicas palabras fueron `no dejes de soñar y soñá en grande´”