La Universidad de Harvard se propuso encontrar los secretos para tener una vida feliz.
Pero para hacerlo no le pidieron a adultos que recuerden su vida. En cambio, fueron mucho más allá e hicieron un trabajo realmente ambicioso.
El Estudio sobre Desarrollo Adulto comenzó a fines de los años 30 y comienzos de los 40, con un grupo de hombres que aceptaron ser parte de uno de los estudios científicos más largos de la historia.
Comenzaron como adolescentes y la idea fue rastrear su salud y su bienestar hasta sus muertes.
Tomaron el caso de 724 adolescentes —268 estudiantes de Harvard y 456 vecinos de Boston— a quienes durante estas casi 80 años sometieron a cuestionarios, entrevistas, estudios médicos, análisis sanguíneos y escaneos cerebrales.
Monitorearon su salud física y mental, su trayectoria laboral, sus amistades y sus romances.
Estas son cinco lecciones que aprendieron sobre qué contribuye a tener una buena vida:
LECCIÓN 1: UN NIÑEZ FELIZ IMPORTA
Tener una relación cálida con los padres predice que en la adultez tendrás relaciones más cálidas y seguras con tus seres cercanos.
"Una relación cercana con al menos un hermano durante la niñez hace que sea menos probable tener depresión a los 50," explica el Dr. Robert John Waldinger, colaborador de este estudio.
Además, influye en una mejor salud física en la adultez y la vejez.
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