Encontró cerca de 200 mil pesos cuando lavaba un auto y los devolvió

“Hago lo que quiero que hagan conmigo”, aseveró el joven.

Estiman que el gran fajo de billetes contenía cerca de 200 mil pesos. Diario de Cuyo.
Estiman que el gran fajo de billetes contenía cerca de 200 mil pesos. Diario de Cuyo.

Santiago Sosa lleva apenas un mes trabajando en un lavadero de autos ubicado en la localidad de La Bebida, en Rivadavia y protagonizó un hecho que provocó la admiración de sus jefes y de los sanjuaninos, una vez que la historia se hizo viral.

El joven, de 20 años, el día de Reyes Magos encontró en uno de los vehículos que estaba lavando un grueso fajo de billetes y decidió devolverlos. “Era un día normal de trabajo. El primer auto que lavé, cuando empecé a aspirarlo, levanté el asiento y encontré un taco de plata que era como de 20 centímetros. Yo pienso que eran $200.000 porque había muchos billetes”, aseguró en diálogo con Radio Sarmiento.

Sosa tiene dos hijos y ese día no había podido comprarles ningún regalo para la llegada de los Reyes Magos, sin embargo y pese a la tentación, optó por entregárselos al dueño de la empresa.

“Estaba solo, el dueño (del lavadero) no estaba. No sabía qué hacer con la plata. Tengo 20 años y dos hijos, por eso pensaba porque justo para Reyes no tenía qué regalarles. Pasó por mi cabeza no dejarme todo, pero sacar algo por la necesidad”, aseguró. Sin embargo, su fe y su decencia pudieron más: “Como Dios dice que no hay que robar, yo obedezco. Además, mis padres me instruyeron en ese camino”.

“Pensé que el dueño de esa plata se debe haber esforzado por tenerla. Yo hago lo que quiero que hagan conmigo”, aseveró Santiago, quien le doy el dinero a Miguel Lillo, propietario del lavadero.

“El dueño (del dinero) no habló conmigo pero Miguel me agradeció por el gesto, es lo que le gusta. Yo no esperaba nada a cambio, ni siquiera un agradecimiento. Al día siguiente encontré $3.500 en otro auto y también los devolví porque es lo que se debe hacer”, agregó.

El propietario del negocio elogió la honestidad de Sosa: “Yo estoy acostumbrado a trabajar solamente con la ayuda de mi esposa. Entró Santiago con nosotros porque tenía buenas referencias de él. Y esto que hizo realmente nos reconforta”, aseguró.

Lillo añadió que siempre encuentran “dinero u otros objetos de valor como alguna joya, pero nunca fue una suma como esa. Por supuesto que no contamos el dinero, solamente hicimos lo que había que hacer”.