¡Un souvenir histórico!: dos hinchas argentinos se quedaron con la pelota con la que Messi hizo el tercer gol

Mediante una “viveza”, los hermanos oriundas de Castelar pudieron traer la pelota de la final a territorio argentino.

Al Hilm, la pelota de la final entre Argentina y Francia. Foto: Los Andes.
Al Hilm, la pelota de la final entre Argentina y Francia. Foto: Los Andes.

Una final infartante, histórica e inédita. Con seis goles y un desarrollo impredecible hasta el último minuto. Así fue el partido entre Argentina y Francia, que la Albiceleste pudo resolver en los penales y hacerse con la tercera estrella dorada de su historia.

Dos argentinos lograron quedarse con la pelota de la final del Mundial de Qatar.
Dos argentinos lograron quedarse con la pelota de la final del Mundial de Qatar.

Pero más allá de lo futbolístico, un hecho no pasó desapercibido: dos hermanos, que viven en Castelar, lograron hacerse con la pelota del partido, la misma con la que Lionel Messi logró quebrar la resistencia del arquero francés, Hugo Lloris, en el tercer gol de la Argentina.

Los argentinos que trajeron la pelota de la final a suelo nacional

Se trata de Juan e Ignacio, que viajaron al Mundial de Qatar y fueron de los privilegiados que pudieron estar en el Estadio Lusail el día en que Argentina se coronó campeona del mundo.

Lograron hacerse con un recuerdo inolvidable, y propiamente invaluable para los fanáticos futboleros. Pero para ello, debieron “sortear” la resistencia de un hincha francés.

A los 108 minutos de partido, Lionel Messi de arremetida, pudo estampar el tercer gol, lo que hasta ese momento era una victoria de la Selección Nacional.

Juan e Ignacio estaban cerca de la acción de juego, en la tribuna y se percataron de un detalle muy particular: en el festejo por el gol, Paulo Dybala pateó eufórico el balón que acabó entre los hinchas.

El tercer gol de Argentina en la final del Mundial contra Francia, segundo de Messi. Foto: AP.
El tercer gol de Argentina en la final del Mundial contra Francia, segundo de Messi. Foto: AP. Foto: AP

Ante esta situación, los hermanos de Castelar hicieron todo lo necesario para hacerse del tan preciado “souvenir”.

Qué contaron los hermanos que lograron traerse la pelota de la final

“Cuando vi que la pelota cayó cerca nuestro y la agarró un francés, me acerqué para explicarle que tenía que devolvérsela a la Policía. Fueron segundos tensos porque él se estaba sacando fotos, pero finalmente me la dio. Ahí me la quedé y no la solté nunca más”, contó uno de los hermanos.

“Obvio que después vino un policía, pero le dije que no se la iba a dar, yo no pensaba soltarla. Ahí llegó un supervisor y dijo que me la podía quedar”, agregó.

“Para pasar la euforia de todos los que se acercaban a ver la pelota, incluso Marley estaba ahí y me pidió tocarla”. Y luego contaron cómo fue la “epopeya” para salir del estadio: “Nos hicimos muy amigos de unos jeques a los que les habíamos conseguido entradas y un qatarí nos ofreció alrededor de 21 mil dólares, pero no la vamos a vender”.

Solo se la daríamos a Messi si nos la pide. Si no la quiere, nosotros necesitamos que la firme”, confesaron.

Este accionar se puede catalogar como una “viveza criolla” por parte de estos dos argentinos, pero lo cierto es que lograron hacerse con un “premio” inolvidable, y traerlo hacia nuestro país.

“La pelota no la despachamos en las valijas, que se quedaron en Etiopía. Sabíamos que podía pasar eso, entonces dije que se venía conmigo. El riesgo era muy alto, por eso la pelota viajó conmigo todo el tiempo”, finalizaron.

Un dato de color muy interesante: el GPS de la pelota indica en este momento que el balón se encuentra en la Argentina, pequeño gran detalle.