Víctor Hugo Videla se ahorcó en el fondo de su casa, después de matar a su novia. Grisel había ido hasta la casa de su pareja para llevarle un dinero que él le había pedido para pagar un alquiler, y según la investigación, era frecuente que ella –que trabajaba en un negocio de venta de repuestos de motos- le prestara dinero.
“Según cuenta la familia, Videla era celoso, controlador, perseguidor. No había denuncias de Grisel contra él, pero sí había sido denunciado por su esposa anterior, quien incluso tenía un botón antipánico”, explicó la fiscal especializada en Violencia Familiar, Bettina Croppi, quien también tuvo a su cargo la causa anterior.
Por lo que han podido reconstruir la fiscal, ella llegó hasta la casa de barrio Maldonado cerca de las 13. “Alrededor de las 13.30 los vecinos escucharon gritos, y dos horas más tarde, unos martillazos, pero no hicieron nada”, señaló Croppi.
Horas más tarde, cerca de las 18, le avisan a una hermana que Grisel no había ido a trabajar. “Ella se preocupa, y va hasta la casa de Videla. Le pide ayuda a un patrullero y entran, y la encuentran muerta con por lo menos un mazazo en la cabeza”, detalló. Se cree que los “martillazos” que dijeron escuchar los vecinos fueron los golpes con los cuáles el hombre hizo una perforación para quitarse la vida.
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