Fabian Zitta, el anestesiólogo y diseñador concordiense que triunfa como jurado de Corte y Confección

La medicina y el diseño conviven de manera armónica en su rutina diaria que se divide entre el quirófano y el atelier. “En ambos casos, como profesional de la salud y como diseñador, trabajo sobre el cuerpo humano: cuando la persona está dormida o cuando está despierta”, cuenta el concordiense.

Fabian Zitta médico y diseñador concordiense
Fabian Zitta médico y diseñador concordiense Foto: Instagram Fabian Zitta

Corte y Confección, el reality de costura de Canal 13 va por su cuarta temporada, esta vez con la particularidad de que los participantes son famosos. Así, todas las tardes 12 nombres reconocidos de la actuación, el humor y el modelaje sacan lo mejor de su lado creativo para dar vida a diseños propios a partir de las consignas dadas por la producción del programa. Pero para los entrerrianos el programa tiene otra particularidad, al jurado integrado por Benito Fernández y Verónica de la Canal lo completa Fabian Zitta, médico anestesiólogo y diseñador de moda oriundo de Concordia.

En 1985, con 18 años, el entrerriano dejó su ciudad natal para estudiar medicina en la UBA; en la capital alquilaba una pensión y en cada receso regresaba a Concordia. Cinco años después egresó, un 21 de diciembre, fecha que Zitta define un día “muy contundente” en su vida. Luego vino la residencia y cinco años más de estudio para convertirse en anestesista, especialidad que reconoce que tiene que ver con su forma de ser. “La anestesia es precisa, medida y muy delicada. Soy virginiano, sumamente metódico y obsesivo”, dijo hace un tiempo a Infobae. En relación a su profesión contó: “Mis padres no me presionaron, pero estaban encantados con mi carrera. Vengo de una familia tradicional italiana, y para ellos era una bendición”.

Zitta cuenta que “aunque parezca mentira casi todos los médicos tienen un hobby, mucho más apasionante que en otras profesiones. Es como una vía de escape, para estar más relajados. Algunos juegan al ajedrez en Kuala Lumpur, o les sacan fotografías a los pájaros. No quería quedarme sólo con esa profesión porque la medicina es un poco rutinaria y necesitaba hacer otras cosas. Primero pensé en ser chef, pero no avancé. La moda era algo que no conocía, era algo distante, diferente para mí”. Fue así que el mundo de la moda llegó casi de manera anecdótica cuando sus hermanas, dueñas de una boutique en Concordia, le encargaron que comprara algunas prendas, luego otras. Un día se encontró armando una colección completa que presentó en un desfile a beneficio en Entre Ríos; sin estudios previos ni experiencia.

El profesional de la salud reconoce que todo responde a un proceso evolutivo y comenzó a estudiar para perfeccionarse. “Mi primera colección era muy sencilla, de pocas piezas. Pero notaba que para ser profesional tenía que tener conocimientos, que no era tan simple. Me relacioné con gente de la moda y conocí a la persona que me formó, la socióloga Norma Bertol, que había trabajado muchos años en París para Karl Lagerfeld. Me daba clases particulares teóricas y estilismo del diseño. También aprendí en la trinchera, y haciendo cursos de moldería, estampa, dibujo. Ella armó mi estilo, me dio un encuadre y me formó para defender una idea a través de los años, que es lo más difícil. Hasta el día de hoy me sigue curando las colecciones, los colores, la evolución”, cuenta quien asume el papel de “malo y exigente” en la nueva temporada de Corte y Confección.

La medicina y la moda en una sola persona

Zitta sostiene que ambas profesiones conviven de manera muy armónica en su rutina diaria; “las dos son muy importantes desde el punto de vista de la exigencia, y conviven amablemente. Son diferentes, y cuando termina una comienza la otra. No tengo una actividad médica en la cual deba seguir a mis pacientes. Mi acción comienza con la anestesia y termina cuando finaliza la anestesia. Entonces me puedo desconectar, venir a mi atelier, diseñar y volver a la medicina en forma alternada. Con mis dos actividades estoy pleno psíquicamente, me siento bien, pero es mucho trabajo. El hecho de hacer medicina implica un gran gasto de energía, es algo intenso y exigente”, sostiene el diseñador. “En ambos casos, como profesional de la salud y como diseñador, trabajo sobre el cuerpo humano: cuando la persona está dormida o cuando está despierta”, define.

“Con el diseño desarrollo más la paciencia, y con la anestesia, la precisión, la observancia y la perseverancia, que en realidad es un poco lo medido, la parte científica, lo justo, necesario”, dice Zitta y agrega que “en el diseño aplico más la paciencia porque no es fácil hacer diseño en la Argentina, armar una colección como uno la piensa, mostrarla como a uno le gustaría, encontrar las telas y que sea diferente. También necesitas paciencia para un desfile”.

2006 fue el año en que el entrerriano presentó su primera colección verano Aqua en formato desfile. “Ya había presentado dos en Puro Diseño, donde había ganado el premio al mejor diseñador”, cuenta. En 2008 el director Francis Ford Coppola lo elige para hacer parte del vestuario de la película Tetro y un año después se presenta por primera vez en New York Fashion Week, con la colección verano 2010.

Ejercer la medicina en pandemia

Zitta volvió a los quirófanos el año pasado tras una breve pausa, “Médico se es para toda la vida”, afirma y cuenta que ayudó a coordinar y unir los protocolos de la Asociación de Anestesiología y la Clínica Olivos, donde trabaja. “Mi objetivo es prevenir contagios intrahospitalarios. Actualmente coordino los médicos del staff de la clínica y realizo las anestesias programadas. Aprendí a colocarme los equipos de protección y tuvimos varios casos de pacientes positivos que hubo que anestesiar. De todas maneras, el protocolo va cambiando y ahora se generalizó: todo paciente es tratado como sospechoso. A la mayoría se le hace un test rápido antes de llevarlo a quirófano, lo que facilita que disminuya el estrés de la anestesia”, detalla.

Después de los emergentólogos, los anestesiólogos somos los que seguimos en la escala de contagios. Somos los que maniobramos la vía aérea para dormir a los pacientes, que es justo el lugar donde el virus habita. La pandemia durará más tiempo de lo esperado”, dice a Clarín el médico de 54 años y que ya lleva 31 de profesión y 16 como estilista de demi couture.

La moda y su familia

Respecto al trabajo en su atelier, el jurado de Corte y Confección cuenta que funciona “Igual al de una casa de diseño. El director creativo soy yo; trabajo con un equipo de diseño que baja las ideas a las personas que construyen las prendas. Elijo telas nuevas, que se vean nobles y con acabado tecnológico, una paleta de colores y una idea de silueta. La consigna es que mi diseño se vea joven”.

A Zitta lo inspira la arquitectura y dibuja todos los bocetos a mano; “Me defino por una silueta volumétrica, por eso los colores deben ser más neutros”, dice en relación a su estilo. Como diseñador ya consagrado vistió a las celebridades más influyentes del país y destaca a Pampita como generadora de tendencias “porque es muy querida, se muestra sencilla, joven, fresca”.

Más allá del quirófano y el atelier, en la localidad de Lobos Zitta tiene su chacra, La Violeta, adonde se refugia con su marido y socio, Charly Fonseca. La describe como “mi cable a tierra, mi lugar en el mundo”.

El diseñador nunca olvida tampoco su origen entrerriano, hace poco compartió una fotografía de su padre junto a Susu, su hermana mayor a fines de la década del 70. “Mi padre era hijo de inmigrantes Calabreses esos que solo sabían trabajar y construir una buena familia. Ni siquiera un día me dijo que estaba cansado. Eran los inmigrantes que trabajaban en el campo y me educo a mi y a mis tres hermanos con estricta educación pero recuerdo que jamás me reto. Lo recuerdo con admiración por trasmitirme los valores que aún conservo. Lo recuerdo en la terminal de ómnibus de Concordia cuando me iba a esperar en mis épocas de estudiante de medicina. Que yo fuera médico era su gran orgullo. Donde quieras que estés te mando un gran abrazo viejo!”, escribió.