Crimen del peluquero: estremecedoras nuevas imágenes del asesino persiguiendo al dueño del local

Abel Guzmán, quien ejecutó a su compañero Germán Medina, está prófugo hace 15 días. Este miércoles salieron a la luz nuevas grabaciones.

El momento previo al asesinato (Captura de video).
El momento previo al asesinato (Captura de video).

Tal como los testigos del crimen vienen afirmando, Abel Guzmán, el asesino del colorista Germán Medina, quisó matar también a Facundo Verdini, dueño de la peluquería. Los dichos quedaron demostrados con las nuevas imágenes que se dieron a conocer este miércoles.

La estremecedora grabación que trascendió ahora muestra un sector del local que no es el del salón, sino de una especie de depósito.

La secuencia se ubica minutos después del asesinato a sangre fría de Medina. Verdini entra corriendo a resguardarse y se esconde detrás de una puerta. En un momento se asoma y de inmediato vuelve a esconderse. Es entonces cuando Guzmán aparece en cuadro, con arma en mano.

Lo que se estima a simple vista es que al no verlo en primera instancia, desiste de buscarlo, porque dicha empresa le quitaría tiempo para la huida. Es así como vuelve al salón y emprende el escape.

Qué se sabe hasta ahora del crimen del peluquero

Medina fue asesinado por su compañero de trabajo el 20 de marzo, pasadas las 20 hs. El cruel asesinato quedó grabado por las cámaras de seguridad del local.

La escena llama la atención porque en un primer momento se ve a los empleados compartiendo un momento distendido. De repente, Guzmán saca el arma y sorprende con reproches a Verdini y Medina.

El dueño de la peluquería intentó interceder, se paró entre Guzmán y Medina, pero el asesino lo obligó a sentarse nuevamente. Fue entonces cuando, sin dudar, le disparó en la cabeza a su compañero.

Otras imágenes que se conocieron la semana pasada muestras como, al no encontrar las llaves de la puerta, le pide a uno de los testigos que le abra la ventana, por donde escapa. Ahora se sabe que efectivamente buscó a Verdini por el local, según se presume, también para matarlo.