Luego de 20 años en territorio afgano, este lunes, el ejército estadounidense completó su retirada del país asiático. A partir de esto, el movimiento talibán tomó por completo el control -proceso que había comenzado el 15 de agosto- y de inmediato llevaron adelante diversas acciones a modo de celebración.
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“El mundo debería haber aprendido la lección y este es el momento de disfrutar la victoria”, expresó el vocero del grupo, Zabihullah Mujahid. Lo hizo durante una emisión en vivo mientras recorría las instalaciones del aeropuerto de Kabul, luego de la partida de los últimos soldados estadounidenses.
Los miembros del talibán celebraron el fin de dos décadas de ocupación estadounidense con disparos al aire. Además, de la capital, los festejos también se expandieron a otras ciudades.
“Los sonidos de los tiroteos en Kabul son disparos de celebración para festejar la retirada de las fuerzas estadounidenses”, explicó Zabihullah Mujahid, mediante un mensaje en Twitter, ante la sensación de alarma de la población por los estruendos que se mantuvieron alrededor de una hora.
Asimismo, varios vehículos recorrieron la única pista de la terminal aérea “Hamid Karzai”. Fuertemente armados, los combatientes afganos caminaron por los hangares de la zona militar entre algunos de los siete helicópteros CH-46 que utilizó el Departamento de Estado en sus evacuaciones antes de inutilizarlos. Los líderes del movimiento cruzaron simbólicamente la pista del aeropuerto para conmemorar su victoria.
La retirada estadounidense
Este martes era la fecha límite que había puesto el talibán para que se complete la retirada de las fuerzas extranjeras de Afganistán. A partir de esta condición, estarían dispuestos a iniciar las negociaciones con Estados Unidos para avanzar en el proceso de paz y poner fin a dos décadas de conflicto.
Así, este lunes partió de Kabul el último avión con soldados estadounidense, según informó el comandante del Comando Central de Estados Unidos, general Kenneth McKenzie. Desde el pasado 15 de agosto, los trabajos de evacuación consiguieron rescatar a más de 100 mil personas, ciudadanos norteamericanos, locales y también de otros países.
Sin embargo, fue un proceso difícil y violento. La desesperación fue cuenta corriente en Kabul y se concentró en el aeropuerto de esa ciudad y sus zonas aledañas, en donde miles de personas buscaban dejar el país del modo que sea.
Violencia incesante
Con el correr de las semanas, la violencia se fue apropiando de las calles, hasta llegar al jueves pasado, cuando tuvo lugar un atentado en la zona del aeropuerto, provocando la muerte de unos 170 afganos y 13 militares estadounidenses.
Fue en las cercanías de la puerta Abbey, en una de las entradas al aeropuerto, y en el canal de aguas servidas, en las cercanías del Hotel Baron, donde se procesaba a los afganos que pretendían salir del país. Fueron responsables de las explosiones el grupo yihadista Estado Islámico del Korasan (ISIS-K, por sus siglas en inglés).
A su vez, el domingo último, Estados Unidos ejecutó en Kabul un ataque “defensivo” de dron contra un presunto coche bomba para “eliminar una amenaza inminente” del grupo Estado Islámico del Khorasan (EI-K) contra el aeropuerto de Kabul. En simultáneo, una explosión con misil mató a seis personas en las cercanías de esa terminal aérea.
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Por su lado, este lunes el aeropuerto Internacional de la capital afgana y las regiones aledañas se estremecieron por el lanzamiento de cohetes, aunque el ataque, según trascendió, fue repelido por el sistema de defensa de la terminal aérea.
Con información de agencias
