El presidente de China, Xi Jinping, llegó este jueves al país para participar en la cumbre del G20 en Buenos Aires, con el objetivo prioritario de encontrar una salida a la guerra comercial desatada con Estados Unidos, que amenaza el crecimiento global y tiene en vilo a los mercados.
El avión que lo trasladaba desde Madrid, donde realizó una visita de Estado de dos días, arribó a las 19.38 al aeropuerto internacional de Ezeiza. Minutos después, llegó el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez para participar de la cumbre del G20, horas después de haber aceptado que Madrid sea la sede de la final de la Copa Libertadores entre Boca y River.
Al descender de la aeronave, el mandatario chino y su esposa, Peng Liyuan, fueron recibidos por el canciler argentino, Jorge Faurie; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; y el gobenador de Jujuy, Adolfo Morales, y el embajador chino en Argentina, Yang Wanming.
Poco antes de su arribo, unos manifestantes que repartían folletos contra el gobierno chino fueron arrestados en Retiro, en las inmediaciones del hotel Sheraton, donde se alojará la comitiva del gigante asiático.
La guerra comercial entre China y Estados Unidos será, sin duda, uno de los temas más importantes de este G20, que desarrollará viernes y sábado en la capital argentina.
Las dos mayores economías del planeta tenían previsto celebrar negociaciones en Washington la semana pasada sobre un acuerdo comercial que permita superar la disputa, pero una escalada verbal entre Xi y el gobierno estadounidense en dos recientes cumbres en Asia hizo que la delegación china suspendiera los planes.
El colapso de las reuniones preliminares antes del G20 dejó a ambos líderes sin las discusiones previas a nivel técnico o ministerial que son la regla de las conversaciones sobre este tipo de cuestiones internacionales, y reflejó además la convicción de Xi de que tras meses de guerra arancelaria, un acuerdo sólo es posible con el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El encuentro que Xi mantendrá con Trump en Buenos Aires al margen del G20 se perfila entonces como la mejor oportunidad -quizás la única- de llegar a una solución antes del 1 de enero, cuando los aranceles estadounidenses a las importaciones de bienes chinos treparán a un 25%.
En tanto, el mandatario chino se reunirá con el presidente Mauricio Macri para mantener conversaciones sobre la agenda bilateral para los siguientes años y avanzar en acuerdos financieros, comerciales y de cooperación en infraestructura.