El acusado de asesinar a un kiosquero en Ramos Mejía se negó a declarar ante el fiscal de la causa, lloró en la audiencia y rogó “por favor” que no le “pidan prisión perpetua”.
Leandro Daniel Suárez, que estuvo casi seis años preso por robo y hurto, y recuperó la libertad en agosto de 2020, fue imputado por “homicidio agravado”, delito que prevé la pena máxima.
Está acusado de asesinar al comerciante Roberto Sabo, de 45 años, durante un asalto cometido el domingo en esa localidad bonaerense.
“Por favor, no me pidan la prisión perpetua. Me quiero morir”, fueron las palabras que utilizó el acusado en su indagatoria ante el fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, según consignó Télam.
Suárez fue imputado del “homicidio agravado criminis causa, por el uso de arma de fuego” de Sabo y también de “robo calificado -dos hechos-, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, portación ilegal de arma de guerra”, todo ello agravado por la “participación de un menor de edad”.
Tras negarse a declarar, el juez de Garantías 5 de La Matanza, Gustavo Banco, ordenó que el acusado siga formalmente detenido por todos esos delitos mientras se resuelve su situación procesal.
La fiscal general Patricia Ochoa indicó que en la ficha de antecedentes de Suárez figura una condena del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 porteño de cinco años y diez meses de prisión por “hurto con escalamiento en grado de tentativa y robo agravado por el uso de arma”, y que salió de la cárcel con “pena cumplida”.
Por esa causa, Suárez ingresó a una prisión del Servicio Penitenciario Federal (SPF) el 16 de noviembre de 2014 y egresó el 13 de agosto de 2020.
Ochoa detalló además que en poder del acusado se secuestraron una pistola .765 semiautomática con la “numeración suprimida” y un revólver Italo calibre .22, con el que se cree disparó contra el comerciante.
Cómo fue el crimen del kiosquero en Ramos Mejía
El episodio ocurrió alrededor de las 14 del domingo cuando un hombre ingresó a un kiosco ubicado en la avenida de Mayo y Alvarado, en la citada localidad del partido de La Matanza, y asesinó a su dueño de al menos un disparo.
La víctima fue identificada como Roberto Sabo, de 45 años y murió casi en el acto tras recibir un disparo en la cabeza.
Fuentes policiales señalaron a Télam que un testigo del hecho informó a la policía que observó cuando un hombre salió del local y se fugó en un Ford Focus color negro, que le fue robado a un remisero que se encontraba por la zona.
El remisero declaró que una pareja le sustrajo el vehículo tras intimidarlo con un arma de fuego. Según las fuentes, en medio de la fuga los delincuentes chocaron contra un árbol en el cruce de las calles Saavedra y Alvear.
Para intentar esconderse, la pareja ingresó a un supermercado con la intención de simular unas compras y cambiarse la vestimenta para no ser reconocidos.
Efectivos de la Comisaría 2da. de Ramos Mejía, de la Subestación Oeste de La Matanza, fueron alertados que le habían robado una moto a un delivery, por lo que rápidamente iniciaron un operativo cerrojo que finalizó con la detención de los sospechosos en Avenida de Mayo y Rivadavia.