"La vida es una mezcla de desafíos y oportunidades que hay que ir descubriendo. Nuestro espíritu aventurero, sumado a nuestra pasión por el turismo y por los vehículos antiguos, son los motivadores más importantes de nuestros desafíos", de esta forma, Cristian Delaporte relata a Vía Tucumán, su gran pasión por encarar una travesía inolvidable.
Cristian, es empresario del sector hotelero. Nació el 4 de julio de 1964, tiene tres hijos y está casado con Mirta Sanna, actual licenciada en turismo. La pareja tiene como misión recorrer más de 27 mil kilómetros por todo el continente, a bordo de un Ford Modelo A del año 1929.
"La pasión por los autos antiguos nace hace 35 años, cuando mi padre compra un Ford Modelo A descapotable del año 1929", señala el viajero. El desafío de los "27.000 Km. de Aventura por América" comenzó hace cuatro años al finalizar un viaje de más de 12 mil kilómetros a través de toda la Ruta 40, en la que unieron La Quiaca y Ushuaia.
El motivador de esta aventura fue el “1er Encuentro Latino Americano de Ford Modelo A” que se llevó a cabo en La Falda, Córdoba, en el mes de octubre del 2018.
"Es un vehículo el cual ha sido trabajado con un gran nivel de excelencia en la restauración, pero no era un vehículo que estuviera andando con el grado de confianza que debemos tener para afrontar este desafío. Por ello comenzamos a desarmar y controlar todas las partes mecánicas y eléctricas del mismo", afirma Cristian, quien, además, supervisó el trabajo de reacondicionamiento.
El proceso:
Comenzaron con la extracción del motor. Asimismo, se restauró la bomba de aceite, se controló y limpio válvulas; se reparó una fisura en el bloque; reacondicionaron la bomba de agua y el radiador. Montado el motor, se cambió el carburador y colocaron un Zenith Original. La última tarea, repintarlo con el color original.
Siguieron con el control y restauración de frenos, los cuales en aquellos años eran a eran a varillas; rodamiento de ruedas, puntas de ejes, movimientos de dirección y caja de cambio, fueron modificadas. En cada control encontraron detalles, los cuales debieron solucionar para lograr la confiabilidad de un vehículo salido de fábrica.
Al controlar las mazas traseras, encontraron un palier roto, por lo que extrajeron el diferencial, y se reemplazó. Las ruedas se desmontaron y se las enderezó, dado que el paso de los años va generando distorsiones en ellas. Las cubiertas estaban casi sin uso pero tenían al menos 10 años de antigüedad lo que forzó a reemplazarlas y colocar nuevas. Las yantas, una vez enderezadas, fueron arenadas y pintada a nuevas.
En el turno de la parte de eléctrica, reacondicionaron las luces, saliendo de la originalidad. Reemplazaron el dinamo por un alternador de 12 voltios. Esto mejoró el funcionamiento de las luces, con una mejor iluminación, mayor carga de batería y duración. Se colocó luces reglamentarias de giro, baliza y tercera luz de stop.
“Nuestro “Aventurero” quedo listo para rodar y su viaje de bautismo fue hasta El Rodeo, Catamarca, en un fin de semana en el que recorrimos 800 kilómetros, disfrutando de este magnífico coche”, señaló el empresario.
El viaje constará de cinco etapas a realizarse en un período de dos años, recorriendo más de 14 países, entre ellos: Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice y Méjico. Luego cruzarán la frontera hacia Estados Unidos, donde recorrerán el país hasta llegar a Canadá. Desde allí, emprenderán la vuelta a nuestro país.
"A nuestro arribo a Santa Mónica, el auto será colocado en un contenedor y enviado a Iquique, Chile para nuestro regreso a Argentina", concluyó Cristian.