Tan inquieto como encantador, tan perseverante como multifacético a Andrés Cristaldo, a quien todos conocemos como “Andy” le llegó la oportunidad de dar los primeros pasos para cumplir su sueño, ser Guardavidas.
Porque los sueños son para todos aquellos que no conocen la palabra “impedimento” para todos aquellos que saben que los obstáculos físicos, materiales o sociales son simples barreras que se pueden y se deben atravesar.
Andy, quien tiene Síndrome de Down, lo sabe más que nadie y a pesar de algunas batallas internas y externas que tuvo que enfrentar durante su adolescencia debido, entre otras cuestiones a la discriminación que sufrió, nunca claudicó, siempre se mostró fuerte y decidido a ir en busca de sus anhelos.
Esta temporada de verano, Andy fue convocado para trabajar en el balneario Claromecó y cumplir funciones en la Bajada Accesible colaborando en el uso de la silla anfibia.
El Director de Turismo del Partido de Tres Arroyos, Francisco Aramberri y el Delegado de Claromecó, Julián Lamberti fueron los responsables y los que permitieron que Andy se sume al staff de trabajo.
Al respecto Lamberti comentó a Vía Tres Arroyos: “Hace más o menos dos meses, Paula Di Stefano, la mamá de Andy, quien pertenece al Concejo de Discapacidad, preguntó sí había alguna posibilidad de que Andrés pudiese trabajar unas horitas sin especificar ningún puesto en especial. Cuando Comenzamos a trabajar y tuvimos casi resuelto el tema de la Bajada Accesible, de acuerdo a una ordenanza que especifica que allí tenemos que tener a una persona que no solo reciba a las personas con discapacidad, sino también que las ayude a bajar, que colabore en el estacionamiento, en los sanitarios y que avise a los guardavidas sobre la presencia de un posible usuario de la silla anfibia, me volví a comunicar con ella para ofrecerle el puesto a Andy y para que formara parte del Staff.
“Restó solamente realizar una reunión con Andy, que asistió con su papá. Le explicamos el trabajo y el horario y el lunes pasado comenzó a trabajar” - continuó el funcionario.
" Le gusta mucho la playa, el año que viene realizará el curso de Guardavidas y está cumpliendo una función muy importante para Claromecó, porque a la accesibilidad le vamos a dar mucha importancia. Hoy es muy chiquito lo que tenemos para cubrir esta falencia pero vamos a ir creciendo, e incluyendo a Andrés en el equipo estamos dando un paso muy importante” – expresó Lamberti.
La bajada accesible funciona en calle 30 y Costanera de 10 a 12 horas y de 14 a 18 todos los días de la semana y Andrés cumple sus funciones en el horario de la tarde.
Andy recibió la noticia con mucho entusiasmo y alegría, cobrará su primer sueldo y realizará una actividad que lo acerca a su ideal que, Dios mediante, logrará realizar en un futuro.
Lucas Mudler el reconocido Guardavidas de Claromecó es quien cada temporada le enseña parte del oficio y al que Andy considera su ídolo, preparándolo para lo que se avecina.
Andy realizó el Jardín de Infantes en el Colegio Jesús Adolescente y toda la primaria y secundaria en el Colegio Holandés. Toca la guitarra y es un apasionado de la playa y el mar. Surfea, anda en Kayak y practica natación diariamente para cumplir con su mayor anhelo.
Finalizado sus estudios un día habló con sus padres: “Quiero salvar vidas. Quiero ser Guardavidas” con toda la decisión de la que es capaz un adolescente recibiendo el inmediato apoyo de papá y mamá.
Su Mamá, Paula Di Stefano, nos contó que: “Desde que nació Andy ha pasado por varias batallas, hizo muchas actividades deportivas, futbol, rugby tenis, pero siempre le gustó muchísimo la natación desde muy chico. Un día nos dijo que quería ser guardavidas y nos pidió que para Navidad le regaláramos el traje de Guardavidas. Le gusta y realiza todas las actividades en el agua, hace surf, anda en kayak y nosotros como padres siempre lo acompañamos”.
“Tiene muy en claro lo que quiere y es muy seguro de sí mismo. De pocas palabras y muy observador. Durante la primaria hizo muy lindos amigos pero entrando en la secundaria comenzó a luchar contra la discriminación, sufrió mucho en esa época pero es un adolescente muy fuerte y siempre tuvo en claro lo que quería. El disfrutó la adolescencia como cualquier chico, con las salidas y actividades normales”.
“Cuando terminó la secundaria quiso hacer el curso de Guardavidas. Con esto de la pandemia, Gracias a Mariela la dueña de Neptuno que le permitió seguir asistiendo, Andy pudo seguir nadando solo, en la pileta y con la ayuda de un profesor. Si todo sale bien y la pandemia lo permite arrancará el año que viene a estudiar en la Cruz Roja de Necochea, será el primer tresarroyense con Síndrome de Down en hacerlo, y el tercero en el país en recibirse, si Dios quiere.” - finalizó con orgullo.
La pandemia y el párate de las actividades serán solo un obstáculo más de los que Andy deberá afrontar para alcanzar su meta, pero nunca un impedimento para su alma inquieta, segura y valiente.
Si no es hoy, será mañana o pasado pero tarde o temprano Andy recibirá su malla roja, su silbato y su remera que lo identificará, frente a todos, como Guardavidas.