Luego del aclamado cortometraje La voz humana del año 2020, Pedro Almodóvar vuelve a la pantalla grande con Extraña forma de vida, cinta que presentará en el Festival de Cannes ocupando el Puesto de Honor.
Se trata de la segunda producción en inglés del director español - la primera es la adaptación de la obra de Cocteau con Tilda Swinton -, protagonizada por Pedro Pascal y Ethan Hawke.
Con música de Alberto Iglesias y fotografía de José Luis Alcaine, ambos parte del equipo de otras películas del cineasta, el film es un western contemporáneo que busca reversionar y llevar al extremo el verosímil del género a partir de la temática queer.
La película fue filmada en el desierto de Tabernas de Almería, ubicado en Andalucía, que sirvió de locación en varios films hollywoodenses bajo la batuta de Steven Spielberg y Clint Eastwood, y con las actuaciones de Sean Connery, Harrison Ford, Arnold Schwarzenegger, Sophia Loren y muchos más.
Al elenco del film lo completan Jason Fernández, José Condessa, George Steane y Manu Ríos, Pedro Casablanc y Sara Salámo.
¿De qué tratará Extraña forma de vida?
Según la sinopsis oficial, la película contará la historia de un hombre que cruza a caballo el desierto que lo separa de Bitter Creek. Viene a visitar al Sheriff Jake. Veinticinco años antes ambos, el sheriff y Silva, el ranchero que cabalga a su encuentro, trabajaron juntos como pistoleros a sueldo. Silva viene con el pretexto de reencontrarse con su amigo de juventud, y en efecto celebran su encuentro, pero a la mañana siguiente el sheriff Jake le dice que la razón de su viaje no es el recuerdo de su vieja amistad.
¿Por qué Almodóvar eligió hacer un western gay?
En una entrevista para el podcast de Dua Lipa, Pedro Almodóvar explicó la decisión de crear un western gay: “Se trata de la masculinidad en un sentido profundo, porque el western es un género masculino. Lo que puedo decirte es que posee muchos elementos del western. Tiene al pistolero, al sheriff y al rancho, pero lo que ofrece, que la mayoría de los westerns no lo tienen, es el tipo de diálogo que no creo que una película de Oeste haya capturado jamás entre dos hombres”.
A fines de los años ‘80, comenzó a vivirse en el cine un reversión de los géneros clásicos como el Western, el Melodrama y el Cine Negro. Llevando sus verosímiles hasta los extremos opuestos, directores buscaron poner en tela de juicio los estándares y arquetipos de producciones que determinaron durante décadas qué y qué no era “cine”, o, mejor dicho, qué se podía hacer y que no en una película. Almodóvar es uno de los cineastas pop y posmodernos por excelencia, al igual que Tarantino, Cronenberg, Noé y tantos otros que con sus films buscan hacer tambalear la industria, desde ella.
