Alan Bastida Robert (20) contrajo coronavirus como otros tantos sanrafaelinos. Sin embargo, la familia asegura que debido al Covid comenzó a desarrollar otro cuadro que está ligado al aspecto neurológico lo que derivó en que Alan viva con múltiples tics todo el tiempo.
Por estas horas, Mariela Robert pide desesperadamente que le den un diagnóstico certero para que pueda derivado y tratado de manera adecuada.
//Mirá también: Lucha contra la desnutrición: Pata Pila atiende a 81 niños en dos asentamientos en San Rafael
El 1 de junio desde el hospital Schestakow le confirmaron al joven sanrafaelino que era positivo para coronavirus. A partir de ese momento, “el cuadro lo transitó en la casa como cualquier otra persona infectada ya que no había indicadores alarmantes, pero desde el primero comenzó a empeorar y terminó desarrollando una neumonía lateral y luego bilateral”, comentó la madre.
Debido a esta complicación los atendieron primero en el Schestakow y después el hospital Español. En este último nosocomio le diagnosticaron neumonía bilateral y lo medicaron con corticoides.
Extrañamente el 17 de junio Alan se levantó con su rostro inflamado, colorado y manifestaba que le faltaba el aire: “Lo habían visto varios médicos y le habían dado y sacado diversa medicación. Pedimos la ambulancia de Osep y el médico que nos atendió me manifestó que Alan había hecho una reacción alérgica a los corticoides, por lo que me pide que no se los dé y que le suministre una terapia alternativa. Consulto a una segunda opinión y me dicen que no se los retire de golpe, que se los saque paulatinamente”, relató Mariela.
En la búsqueda de un diagnóstico
Un día más tarde, Alan comenzó con un movimiento involuntario en la mano izquierda, se abría o se cerraba.
Volvieron nuevamente al Schestakow “y lo diagnostican como un ataque de pánico, con lo que lo medican con psicotrópicos y le ponen oxígeno”.
Pero a partir de ese día pasó de tener un movimiento en la mano al resto del cuerpo (extremidades, tórax, cabeza) y está tirado en la cama.
“Nadie quiere atenderlo porque decían que era un ataque de pánico”, insistió la mujer.
Entre los médicos que visitaron y los estudios hubo uno que “pidió una serie de análisis en donde se determina que por el covid se había quedado sin defensas: no tenía vitamina B12, D, calcio y potasio. Pero el 23 Alan tiene fiebre y volvemos al Schestakow con los estudios y el médico particular pide la internación pero después de una semana deciden derivarlo al pabellón de psiquiatría. Cuando van a darle a la segunda dosis de la medicación pedimos el alta voluntaria porque vimos que no tenía diagnóstico y empeoró”.
Al día siguiente salieron con rumbo a Mendoza para ser atendidos por otros profesionales y ya en la capital provincial una doctora en un consultorio privado le diagnostica que lo que tiene es una encefalitis, una suerte de alteración en su cerebro que se había dado el día 17 con la inflamación de la cara y la coloración roja de su rostro, como secuela del covid y que le generó lo que la profesional diagnosticó como “Diagnóstico de los tics”, que consiste en la manifestación parcial de todos los tic. Con este panorama le dieron nuevos remedios
La mujer destacó que esa consulta médica fue la única que le dio un diagnóstico, ya que “nadie le decía lo que tenía”.
Ambos volvieron a San Rafael, pero la medicación no surtió efecto: “En el transcurso de los días el cuadro se agravó, los tics no cortaban y hacía crisis”, situación que los lleva a buscar a otro profesional en Mendoza que vuelve a marcar que lo que sufre Alan “es como consecuencia del covid. Tiene alteración del movimiento, es un puzle que hay que ordenar de cero porque tiene ‘alteración de los movimientos voluntarios’”, aseguró Mariela sobre la nueva opinión médica.
Mariela detalló que luego una junta médica en el Hospital Lagomaggiore analizó el caso de su hijo y “llegaron a la conclusión que necesita un equipo terapéutico que lo guíe, que le ayude a caminar, una psicóloga, pero necesitaba todo por escrito por la derivación”, marcó y detalló que el mismo día una doctora de Buenos Aires se contacta con ellos y les recomienda no tomar la última medicación.
Pero Mariela señaló que decidió seguir la indicación del último profesional del equipo médico y de la junta del Lagomaggiore, por lo que le suministra los remedios: “Le di la medicación que le indicaron y quedó un día tirado en la cama y no se acuerda de nada, no se movió, se me cayó al suelo y no sabía quién era”.
Pedido desesperado
Tras las idas y vueltas entre profesionales públicos y privados, locales y de Buenos Aires, Mariela pide encarecidamente que alguien le dé un diagnóstico certero y una derivación para algún instituto especializado que lo ayude con la rehabilitación.
“Todos los profesionales me dicen que puede recuperarse, pero que le van a quedar secuelas. Además quiero aclarar que esto no tiene nada que ver con las vacunas, él no había recibido ninguna dosis contra el covid”, remarca Mariela mientras aguarda en un departamento de la ciudad de Mendoza junto a su hijo que le den certezas sobre la salud del joven.
Por su parte, desde la municipalidad de San Rafael informaron que ambos recibieron ayuda a través de Desarrollo Social con los pasajes de ida, traslado de vuelta de la ciudad de Mendoza, subsidio para gastos y hospedaje.
El hospital Schestakow
Desde el hospital Teodoro J. Schestakow señalaron que estaban al tanto del caso de Alan Bastida y que todos los indicios que tenían sobre su patología dibujaban un cuadro de psicogenia y no secuelas de covid.
//Mirá también: SUBE en San Rafael: ingresá y pedí el turno para obtener la tarjeta
No obstante, remarcaron que ante casos particulares como el de Alan se realizan interconsultas con otros profesionales de la provincia y el país. Así se hizo en esta oportunidad para establecer si había descripciones sobre cuadros similares en otros puntos de Mendoza y Argentina, y el resultado fue negativo.
Además, informaron que desde el hospital se pusieron en contacto otra vez con la madre del joven para ofrecerle la atención integral en el nosocomio, pero comentaron que la mujer lo rechazó y que prefirió seguir con su hijo en la ciudad de Mendoza.
En tanto, aclararon que todos los estudios, internación y asistencia brindadas por parte del hospital son totalmente gratuitos.
*Este texto fue publicado originalmente por Los Andes. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.