El clima en Rosario Central se complicó un poco más este domingo después de la derrota ante Aldosivi. La policía comenzó a investigar supuestas amenazas a los jugadores en la sede céntrica del club. “Más vale que le echen ganas o se pudre todo”, le advirtieron al plantel canalla.
Según la versión preliminar, el custodio a cargo de la vigilancia de las oficinas de Mitre al 800 denunció que dejaron un mensaje anónimo. En el papel escrito escrito a mano les dijeron a los futbolistas: “Dejen de robarle a los socios con sus sueldazos. Esto es Central”.
El episodio en el microcentro se suma a otros conflictos extrafutbolísticos recientes en la Academia con las elecciones como telón de fondo. La semana anterior, el periodista Jesús Emiliano denunció amenazas del vicepresidente del club durante la transmisión del partido con Colón de Santa Fe. Ricardo Carloni contraatacó y acusó al relator y director de Radio 2 por daños y perjuicios.
Por otra parte, el mensaje intimidatorio dirigido a los jugadores no es siquiera el único episodio violento registrado en Mitre y Córdoba en el último año. Seis meses atrás se produjo un incendio intencional en la sede e internaron por quemaduras al custodio que estaba trabajando a la hora del ataque.
Central refaccionó el edificio después del siniestro y la vida institucional retomó sus carriles habituales sin novedades en la investigación sobre el acto vandálico. Con el equipo al borde de caer al último puesto en su grupo de la Copa de la Liga Profesional 2022, el Canalla afronta ahora otra situación preocupante.