La Fundación Sí cumple 9 años en Rafaela

El aniversario es este jueves 3. En la ciudad se retomó el programa Si Pueden, respetando los protocolos vigentes, entre varias actividades importantes.

3 de junio de 2021,

06:46

La historia comenzó en 2009, cuando Manuel Lozano comenzó a salir a las calles de Capital Federal para darle un plato de comida y unos minutos de compañía a muchas de las personas que duermen en las calles de esta gran ciudad. De a poco se fueron sumando voluntarios y la Fundación Si tomó forma, allá por 2012. A tal punto que hoy cuenta con representaciones en gran parte del territorio nacional y proyectos que atienden diversas falencias en distintos sectores vulnerables de nuestra población.

Si bien en sus inicios el objetivo era que ninguna persona muriera de hipotermia, el trabajo constante y comprometido decantó en una meta mucho más ambiciosa: acompañarlos en una posible reinserción laboral y escolar.

Durante las denominadas “recorridas por el frío” se entrega un plato de comida caliente, abrigo y contención a quienes están en situación de calle. Los voluntarios (hoy más de 2000) se acercan al punto de encuentro con un termo de agua hirviendo y un alimento.

Hoy el abordaje de la ONG incluye la asistencia, la contención, la capacitación, la educación y la cultura del trabajo. Quienes la forman creen en el trabajo de igual a igual, en el trabajo en equipo, en la heterogeneidad de los grupos, en la complementación y en las nuevas generaciones.

Este 3 de junio la Fundación Si cumple 12 años y lo celebra con una intensa actividad. Mientras sigue formando grupos de voluntarios en más ciudades del interior del país logra reactivar proyectos que tuvieron que ser frenados por las restricciones a las que obligó la pandemia.

“Si Pueden” en Rafaela

Uno de ellos proyectos que volvió a realizarse en el territorio fue el “Si Pueden”, que tuvo en los últimos años gran preponderancia en la Fundación Si Rafaela. Respetando los protocolos y la modalidad de trabajo de cada centro comunitario, los voluntarios volvieron a compartir esos ratitos de juego e intercambio con los más chiquitos donde, a pesar de la distancia, todo se vuelve mágico.

En nuestra ciudad el proyecto, luego de haberse desarrollado años anteriores en el barrio Güemes, está dirigido a los niños del asentamiento “Papa Francisco”. Tras un año sin poder realizarlo de manera presencial, los barbijos no pudieron ocultar la alegría por encontrase con los chicos.

Susana Manzur, referente de la organización en Rafaela, indicó que “conversamos con los chicos para planear las actividades que vamos a desarrollar. A ellos le gustaría realizar practicar fútbol, pintura con témperas, tareas con colores, juegos. Es un lugar donde hay mucho verde que se puede aprovechar. Además vamos a realizar algún taller de carpintería y teatro”.

También Susana se refirió a intención de mejorar el espacio cotidiano de los chicos. “Como grupo queremos acondicionar la placita, mantener el pasto corto y limpio, pintar los juegos, mesas y bancos. Para ellos vamos a necesitar pintura sintética, pinceles, rodillos, tinner, ya estamos trabajando para poder contar con esos elementos”. Vale aclarar que las tareas se realizarán íntegramente al aire libre, cada 2 semanas.

Respecto a la reacción de los chicos expresó: “se los veía con ganas de trabajar con nosotros, pudimos charlar bastante con algunos. Un par que no se animaban a hablar pero entiendo que con el tiempo y a medida que nos conozcan se irán animando”. En los últimos días los voluntarios entregaron también material de trabajo gráfico al grupo de niños.

Recordemos que el Si Pueden no tuvo prácticamente actividad por la pandemia. En los 2 años anteriores se desarrolló en la copita “Rellenitos de amor” del barrio Güemes, iniciando así la intensa actividad que el grupo rafaelino viene desarrollando.

Los voluntarios entregaron donaciones de alimentos no perecederos provenientes de Buenos Aires en la copita “Pequeños Gigantes”, de Barrio Zazpe, en el merendero comedor “Semillitas de Amor”, del barrio 2 de Abril, y en el mismo asentamiento “Papa Francisco”, además de canalizar distintas necesidades puntuales de personas o familias en dificultades.