Se conocen hace 40 años, están juntos hace 10 y a los 70 se casaron en un hospital de Neuquén

Margarita y Amario se enamoraron a través de cartas, superaron enfermedades y durante el mes del amor se convirtieron en marido y mujer.

Margarita y Amario se conocieron hace 40 años, fueron novios durante 10 y el pasado viernes, a los 70 años se convirtieron en marido y mujer.
Margarita y Amario se conocieron hace 40 años, fueron novios durante 10 y el pasado viernes, a los 70 años se convirtieron en marido y mujer. Foto: LM Neuquén

El amor en todos sus tiempos, lugares y formas. Ese romance inesperado, nuevo, ese que sorprende y llega cuando uno menos lo espera. Febrero es el mes de los enamorados y el momento en que, tras 10 años de relación y a sus 77 años Margarita Trujillo decidió dar el “sí” junto a Amario Parada de 72, en un hospital de Neuquén.

Amario Parada, nació en el paraje Ranquileo un 15 de noviembre de 1949. Se dedicó a la crianza de animales y al cultivo de tierra y desde hace varios años reside en la localidad neuquina de Varvarco.

Por su parte, Margarita Trujillo nació el 20 de julio de 1994 en Valparaíso en la V Región de Chile. 50 años atrás decidió mudarse a la Argentina. Llegó a Neuquén con el objetivo de trabajar y mejorar su calidad de vida. Tuvo tres hijos biológicos, dos varones y una mujer, de los cuales solo uno vive y reside en Chile.

La ceremonia por civil fue en el Hospital Gregorio Álvarez de Chaos Malal, Neuquén.
La ceremonia por civil fue en el Hospital Gregorio Álvarez de Chaos Malal, Neuquén. Foto: LM Neuquén

Margarita tiene una hija del corazón, Ana Acuña y una nieta de 14 años, Brisa, que vive en Cipolletti. Además, junto con su esposo comparten el amor por otro hijo del corazón, Carlos Parada, a quien define como “su fiel compañero y quien está para ellos en todo momento”.

Amario y Margarita: una historia de amor que no conoce lugares, enfermedades ni tiempos

Margarita y Amario están de novios hace 10 años pero se conocieron hace más de 40, cuando ella viajaba desde Neuquén hasta Las Ovejas para visitar a su ahijada. Amario volvía del campo al pueblo para comercializar sus animales y allí se conocieron.

Él le mandaba cartas y regalos a través de la empresa de colectivos “La Unión del Sud” y “así conquistó mi corazón”, aseguró Margarita. Tiempo después Amario sufrió una serie de problemas de salud pero pudo recuperarse. También les tocó pasar por el COVID, pero enfrentaron la enfermedad juntos y pudieron volver a casa.

"Muchos se rieron porque nos íbamos a casar a esta edad pero nosotros no hicimos caso y seguimos para adelante y hoy somos muy felices los dos juntos”, contó Margarita.
"Muchos se rieron porque nos íbamos a casar a esta edad pero nosotros no hicimos caso y seguimos para adelante y hoy somos muy felices los dos juntos”, contó Margarita. Foto: LM Neuquén

Fue ahí cuando decidieron casarse: “Ya saliendo de la enfermedad Amario me volvió a proponer casamiento, como lo había hecho mucho antes. Él quería que nos casáramos porque si a él le pasaba algo no quería que yo quedara desamparada”, contó la mujer en diálogo con LM Neuquén.

“Muchos se rieron de nosotros porque nos íbamos a casar a esta edad pero nosotros no hicimos caso y seguimos para adelante y hoy somos muy felices los dos juntos”, relató Margarita.

Y un día Margarita y Amario dijeron “si, acepto”

El día tan esperado llegó. El pasado viernes 11 de febrero en el Hospital Gregorio Álvarez de Chaos Malal, Neuquén, Margarita y Amario dieron el “sí”, en una ceremonia por civil oficiada por el juez de paz Fabián Beltrán. La pareja planea a futuro pasar también por la iglesia.

Emilia Vergara, empleada de telecomunicaciones del hospital dijo: “El evento fue hermoso y muy emocionante. Quisimos organizar algo para que no sea tan sencillo el casamiento, así que cada uno puso un granito y conseguimos las telas”.

Fue la primera vez que un evento similar ocurría en el hospital neuquino y todo el equipo colaboró para agasajar a la pareja.
Fue la primera vez que un evento similar ocurría en el hospital neuquino y todo el equipo colaboró para agasajar a la pareja. Foto: LM Neuquén

Todo el personal colaboró para agasajar a los enamorados. “Sacamos las mesas, conseguimos los manteles al lavadero. Con las chicas de limpieza pudimos ornamentar, las otras compañeras de mucamas fueron a peinarla y maquillarla, y en la noche las enfermeras le tiñeron el pelo y la pusieron bien bonita”, relató.

Feliz por el nuevo matrimonio Emilia aseguró que “fue una emoción muy grande porque después de pasar toda esa enfermedad los pudimos agasajar con su casamiento. Fue tremendo ver la felicidad de los abuelitos. Colaboramos todos y fue emocionante también porque es la primera vez que se celebra una boda en nuestro hospital”.

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