El VAR tuvo una de sus jornadas más polémicas desde su llegada al fútbol argentino. Además de lo sucedido con Gimnasia-Sarmiento y Estudiantes-Patronato, en el partido que disputaron Boca y Atlético Tucumán, la tecnología se llevó todas las miradas por una jugada que podría haber cambiado el rumbo del partido.
Sobre el final del encuentro, el Decano salió de contra a través de Cristian Menéndez, quien se la cedió a Ignacio Puch para que este remate por encima del travesaño. El jugador de Atlético Tucumán cayó tendido sobre el césped debido a un codazo de Carlos Zambrano y todos reclamaron penal. Sin embargo, para los jueces del VAR no ameritaba sanción.
Horas más tarde, Fernando Espinoza, árbitro del encuentro, se refirió a la controversial jugada. En diálogo con TyCSports, el colegiado sentenció: “Hay un antebrazo con intención de bloquear el remate, que termina con Zambrano apoyando su codo-antebrazo sobre el cuello del delantero. No hay un movimiento adicional para agredir a un adversario”.
Además, agregó que “Al ser una jugada de interpretación, donde el reglamento nos habilita y nos da derecho a interpretar, podemos tener distintas consideraciones y opiniones y discutirlas. Coincidimos con la cabina con esta posición del brazo y por eso no hubo revisión”.
Para terminar, hizo un paréntesis sobre el funcionamiento de la tecnología: “El VAR solo tiene que interceder bajo protocolo y solo cuando hay un error claro, obvio y manifiesto. Cuando uno interpreta la jugada, si en cabina se interpreta de la misma manera no existe ese error claro, obvio y manifiesto, entonces no hay que ir a verla. Porque si la vamos a ver creamos esa confusión”.
