La Justicia ordenó un allanamiento en una vivienda de la localidad de Inriville, en la esquina de Güemes y Pazos, en el marco de la causa que investiga la desaparición de Andrés Baleani, quien fue visto por última vez en agosto del año pasado.
El comisario Walter Roldán, de la jurisdicción de Inriville, confirmó que participaron del operativo policías, peritos, bomberos y canes especializados en el rastreo de personas. Además del rastrillaje en el inmueble, se utiliza un georradar, equipo que se utiliza para “sacar una radiografía” al suelo, con la presunción de que si fue asesinado, el cadáver podría estar ahí.
El allanamiento ocurrió días después de que el Gobierno provincial ofreciera una “recompensa” de 200 mil pesos para quien aporte información válida. Los investigadores sospechan que Baleani podría haber sido víctima de una venganza: en abril del año pasado había recuperado la libertad tras pasar casi ocho años preso.
Fue condenado por el homicidio de su hermano, a quien ultimó a balazos en el marco de una discusión por el supuesto robo de un costoso perro galgo.
El 9 de julio de 2008, a las 13.20, Baleani salió de su casa con una carabina con mira y disparó contra su hermano Antonio, quien montaba un caballo.
Cuando, herido, cayó del animal, Andrés Baleani se acercó y le disparó a quemarropa en la cabeza de su hermano. Inmediatamente se entregó y fue condenado.
Regresó al pueblo, construyó una habitación en la casa de su madre y se ganaba la vida con changas. Cuatro meses después, en agosto de 2016, desapareció.