En la reunión de Gabinete del martes, el presidente Mauricio Macri dijo a sus ministros que el recorte deberá ser de alrededor 300 mil millones de pesos, una cifra mayor de la prevista inicialmente, y que el esfuerzo que deberán hacer las provincias será de al menos la mitad de esa suma.
El jefe de Estado repasó los datos que le había preparado el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que en un principio se estimó que el recorte de gastos iba a girar en torno a los 200 mil millones de pesos.
Sin embargo, esta semana se terminaron de definir los números: con el aumento de las jubilaciones, AUH y planes sociales, ajustado por un índice integrado por la inflación, los gastos serán mayores. Desde el Ejecutivo, un alto funcionario ironizaba sobre esta situación: "Quiero ver dónde están los que decían que queríamos bajar jubilaciones. El año próximo, si cae la recaudación, los jubilados perderían plata con la fórmula que ellos defendían".
Según altas fuentes oficiales, el reparto será "equitativo". Señalan que la Nación se hará cargo de entre 140 mil y 150 mil millones de pesos. El resto deberá correr por cuenta de las provincias, que deberán decidir por dónde aceptan que el Gobierno pase la tijera.
Hasta el momento, en las reuniones bilaterales que el ministro del Interior Rogelio Frigerio mantuvo con los gobernadores no se había hablado de cifras. Con los datos precisos, se esperan diferentes reacciones.
La próxima semana, Peña y Frigerio podrían convocar a los gobernadores "en grupos". Se cree que los principales recortes serán en las transferencias para gastos corrientes, en salud y educación; de capital (obras) y subsidios por transporte, entre otras.
Funcionarios de la gobernación de Vidal dicen: "Generamos el 40% y recibimos 22. Si ellos quieren hablar de esfuerzo, pongamos todos los números sobre la mesa". Sin embargo, el Ejecutivo tiene hasta mediados de septiembre para enviar el proyecto de Presupuesto al Congreso.