La noticia sobre la muerte de Rocío Gancedo, la ex participante de Gran Hermano 2011, causó conmoción y tristeza en el mundo del espectáculo.
La modelo se arrojó de un quinto piso y, según aseguraron sus allegados, su vida cambió para siempre desde noviembre de 2016, cuando falleció su padre. A partir de entonces, cayó en un pozo depresivo que la llevó a una internación en un instituto neuropsiquiátrico.
Con el correr de las horas comenzaron a filtrarse los detalles de lo que hizo Rocío antes de quitarse la vida. Tal y como manifestó su ex representante, Jorge Zonzini, en Intrusos, la modelo había hablado con su mamá. "No sabemos el tenor de esa charla, pero me contó Cinthia (cuñada de Rocío Gancedo) que unos minutos antes de tirarse había hablado por teléfono con su madre", soltó.
Esto podría quedar determinado después de que se hagan las correspondientes pericias, ya que la policía secuestro de la casa no sólo el celular de la modelo, sino también una computadora y una tablet.
Con respecto a sus actividades, desde hacía unos meses Rocío había decidido alejarse del medio televisivo, aunque era bastante inestable desde lo emocional y por eso no terminaba de definir qué quería para su futuro.
Apenas un par de semanas atrás, y pese a que atravesaba serios problemas económicos, había renunciado a un trabajo como recepcionista en una barbería. "Sostenía que ella no podía estar sirviendo café a los clientes porque le daba vergüenza ser reconocida como la modelo que había sido tapa de revistas, que hizo producciones muy audaces con su cuerpo totalmente desnudo y algunas participaciones en obras de teatro y programas donde su principal destaque era su físico", aseguró Clarín.
En el departamento donde vivía tampoco se encontró ninguna carta ni indicio alguno que indicara que la ex Gran Hermano se estuviera despidiendo de sus seres queridos.
Si sufrís una crisis emocional o necesitás ayuda no dudes en llamar al 135 las 24 horas.