Dejó Córdoba por un sueño, vive en Dubái hace cinco años y hacer stream la sacó de la depresión

Paula Esquivel tiene 28 años y desde los 19 viaja por el mundo. Alienta a que otros lo hagan, pero advierte: “no es algo de ‘me voy y todo es felicidad’”.

La cordobesa Paula Esquivel siente que gracias a Twich y "El Wachaje" volvió a ver Dubai con ojos de turista.
La cordobesa Paula Esquivel siente que gracias a Twich y "El Wachaje" volvió a ver Dubai con ojos de turista. Foto: Paula Esquivel

“No es que empecé a viajar porque el país está mal, lo mío era conocer y tener experiencias”, de esta simple manera Paula Esquivel define por qué decidió comenzar a viajar desde muy chica. Esta cordobesa nacida en Río Ceballos y que vivió en barrio Urquiza y José Ignacio Díaz, hace nueve años que viaja por el mundo. Después de cinco años de vivir y trabajar en Dubái volvió a Córdoba en una pausa laboral que retomará en agosto trabajando para un reconocido chef argentino, en aquella ciudad de los Emiratos Árabes Unidos. Además, en diciembre creó su canal de Twitch (pauladubai) donde cuenta sus experiencias e interactúa con sus seguidores a los que apodó “El Wachaje”. En diálogo con Vía Córdoba contó su experiencia y alentó a que “otros pueden”.

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La historia de Paula empezó desde muy chica cuando ella ya se sentía “diferente, muy diferente”. “Si bien iba al Monse (Colegio Nacional del Monserrat) y tenía buenas notas nunca me llegué a entender con lo que fue mi familia porque yo era como que el mundo era mío, yo quería hacer cosas”, arrancó contando Paula.

Un día decidió que esos desentendimientos llegaron a su fin y tuvo que dejar su casa. Sin mucho dinero ni pertenencias llegó a dormir en un banco de una plaza cercana al edificio de la Municipalidad de Córdoba, ese fue el puntapié inicial de un sueño que hasta hoy sigue vivo. “No podía estudiar porque necesitaba trabajar y el Monserrat es muy exigente. A los 17 empecé a trabajar en un hostel cerca de la terminal de Córdoba y la gente que venía al hostel me mostraba fotos de sus viajes y fue ahí que decidí que no quería ver más fotos y quería verlo por mí misma”, relata la cordobesa sobre el arranque de su experiencia.

Paula Esquivel también es instructora de buceo.
Paula Esquivel también es instructora de buceo. Foto: Paula Esquivel

El primer paso en este largo camino comenzó con buscar la manera de obtener dinero y eso la llevó a trabajar en dos lugares hasta que empezó a soñar con conocer Egipto, pero la plata no alcanzaba. “Mi primer viaje fue a Bolivia en auto desde Córdoba con unos amigos y después estuve de viaje por Chile. Me volví a Argentina y seguí trabajando de moza, junté la plata y antes de cumplir 19 años me fui a Egipto”, detalló Paula. Lógicamente eso no fue todo y una vez en el país donde había soñado estar, decidió trasladarse a Arabia Saudita donde se quedó tres meses. Ese tiempo fue suficiente como para aprender a hablar lo básico del idioma que le sería de mucha ayuda para el futuro.

“Cuando volví me quedé en Buenos Aires y cuando estaba buscando, saltó un trabajo para ser moza en Catar. Iban a abrir un restaurante argentino y buscaban argentinos para que trabajen y expliquen la carta. Una vez que yo aplico, cuando tengo la entrevista, me dicen que era para la princesa de Catar. La entrevista fue con una chef argentina de Tucumán y con el gerente que era de Egipto. Empecé a hablar con él y se sorprendió porque hablaba árabe. Le expliqué por qué lo hablaba y lo loco fue que apenas digo eso, cortó la llamada. Pensé que había dicho algo malo, le mandé un mensaje a la chica y me dice ‘quedate tranquila, bienvenida a Catar’. Ellos me mandaron la visa, me dieron departamento y los pasajes aéreos”, explicó la cordobesa sobre su inicio laboral en el mundo árabe.

Idas y vuelta a Argentina y el “tengo ganas de seguir conociendo”

Justamente ese arranque fue movido, no solo por sus tareas sino porque también estuvo viajando a diferentes países y volviendo a Argentina. Pero un día Paula decidió instalarse definitivamente. “Me voy a ese trabajo y de ese lugar me mandan a Omán a abrir otro restaurante, estuve dos meses y me llaman de nuevo de Catar. Cuando llegué, extrañaba Argentina y me volví. Después de eso viajé a Bahréin, me empezó a llamar gente que quería abrir restaurantes porque sabían que sé hablar árabe y que soy de Córdoba. Me llamaron para abrir cuatro restaurantes, pero cuando fui no me gustó mucho porque tienen muchas reglas así que me volví a Argentina. Estuve nueve meses en Buenos Aires y a los nueve meses dije ‘tengo ganas de seguir conociendo’ y ahí tomé la decisión de ir a Dubái que me quedaba por conocer. Apliqué en un par de empresas de Dubái, el 11 de septiembre de 2016 me confirmaron que empezaba y el 8 de octubre estaba viviendo allá”.

Que haya destacado el hecho de ser cordobesa o argentina no es un dato al azar. Es que según ella misma comenta, los argentinos somos muy buscados y además bien remunerados por la nacionalidad.

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“Dubái es un lugar que no tiene sueldo medio entonces tu sueldo depende mucho de tu nacionalidad y del trabajo y la empresa a la que entres. Así como una persona puede ganar 3.000 o 5.000 dólares al mes, otros pueden ganar 500. Un alquiler puede estar en 700 dólares. A mí me preguntaron, por qué elegía medio oriente para trabajar y vivir y es porque los argentinos están muy bien vistos por el fútbol, por Maradona. Al ser argentina puedo estar haciendo el mismo trabajo que otra persona de otra nacionalidad, pero a mí me van a pagar más”, develó Paula.

Ya instalada en Dubái la convocaron para abrir dos restaurantes italianos. “Eran una trattoria y un restaurante de altísimo nivel. Me quedé trabajando un buen tiempo hasta que llegue casi a la gerencia y tenía que esperar cinco años más para que me dieran otro puesto y dije ‘no puedo quedarme cinco años haciendo lo mismo’ y me fui a trabajar al shopping más grande del mundo, el Dubái Mall. Como atención al cliente lo que yo hacía era asistir a todas las personas que necesitaran ayuda de habla hispana e italiana”, comentó.

Algunos de los paisajes de Dubai que muestra Paula en su canal de Twich (pauladubai) y en su Instagram (paula_dubai)
Algunos de los paisajes de Dubai que muestra Paula en su canal de Twich (pauladubai) y en su Instagram (paula_dubai) Foto: Paula Esquivel

Es decir que en sus primeras experiencias en Dubái, Paula trabajó para la empresa Nakheel Properties, una de las más grandes y la que creó la isla artificial con forma de palmera. Luego, para Emaar Properties (la que construyó el Burj Khalifa). Pero eso no es todo ya que actualmente tiene otro trabajo y en agosto comenzará su experiencia con el reconocido chef argentino, Fernando Trocca.

La vida en Dubái: gastos, horas de trabajo y comida con especias

Pasar de vivir en Córdoba con el “pritiau” a Dubái fue un cambio brusco en la vida de Paula Esquivel, pero algo que ella buscaba. Con su nuevo trabajo pasará a cobrar un más que interesante sueldo y además le brindan la vivienda, cercana a su nuevo empleo. “No gasto en transporte y en comida muy poco. Por ley se trabajan nueve horas, con una de descanso. La parte de gastronomía es como muy dura y tenemos un día de descanso durante la semana porque el fin de semana estamos a full”, confiesa la cordobesa.

Y agrega algunos detalles de la vida en aquella ciudad: “Cuando uno alquila viene todo incluido, los alquileres se pagan una vez al año. La gente que no llega, lo paga en cuatro cheques”.

La cordobesa Paula Esquivel muestra el día a día de una persona en Dubái en su canal de Twich (pauladubai). "Pero el día a día real", asegura.
La cordobesa Paula Esquivel muestra el día a día de una persona en Dubái en su canal de Twich (pauladubai). "Pero el día a día real", asegura. Foto: Paula Esquivel

La pregunta principal que uno se hace al conocer su historia es si se puede ahorrar y si es “caro” vivir en aquella ciudad. “Cuando una persona llega por primera vez a Dubái creo que el primer año, de toda la gente que conozco, ninguno pudo ahorrar nada. Es un lugar que es un desierto donde hay absolutamente todo lo que te imagines: los mejores boliches del mundo, los mejores bares del mundo, los mejores restaurantes del mundo, pistas de ski, pistas de patinaje sobre hielo. Es poder hacer todo lo que te imagines. Es una locura”.

Con casa e impuestos pagos por la empresa para la que trabaja y sin gastar en transporte, todo lo que logra ahorrar Paula decide gastarlo (o invertirlo) en viajes y en cumplir su sueño de conocer el mundo. “Viviendo en Dubái he viajado a Italia, Roma y Nápoles, a España, fui tres veces a Praga, fui a Azerbaiyán, estuve un mes en Tailandia, estuve en Maldivas”, rememora.

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Todos estos viajes, además de experiencia le dejaron una idea muy clara: “De todos los países a los que viajé ninguna gastronomía se compara ni un poco a la gastronomía argentina. Disfruto mucho de la comida, siento que es un placer y siempre que viajo, pruebo. La comida en Dubái viene más del lado de la India y tienen muchas especias, mucho condimento, es muy picante. A ellos les gusta, pero a mí no. Después de estar cinco años pensaba ‘necesito ir a Argentina porque quiero comer’. La carne es muy diferente, todo lo que uno prueba en Dubái es de afuera: carne de Australia o Nueva Zelanda, pollos de Brasil. Eso se descongela y se vende y no tienen el mismo gusto que el de una verdulería argentina. Vine a Argentina con una lista de cosas que necesitaba comer. La comida argentina es la mejor del mundo”, enfatiza.

La vuelta a Argentina, la depresión de estar lejos de casa y la aparición de Twitch y “El Wachaje”

Paula se fue de Argentina persiguiendo un sueño. Su vida laboral la retuvo lejos de estas tierras, pero en mayo del 2021 pudo volver. Lógicamente la pandemia de coronavirus golpeó a Dubái, una ciudad caracterizado por recibir turistas de todas partes del mundo. Las restricciones a nivel global también afectaron a aquella ciudad y el trabajo de Paula.

“El coronavirus azotó con Dubái porque es turismo puro, al cortarse el turismo hubo un quiebre importante. Estaba buscando trabajo y me salió esto con Fernando Trocca que va a abrir un restaurante llamado Sucre y me contactaron para que sea la encargada como jefa de mozas, es un lugar donde van a trabajar 70 mozos. A fines de mayo me dijeron que vamos a empezar en agosto/septiembre y decidí volver a Argentina después de cinco largos años aprovechando que tengo dos meses de descanso”, relató la cordobesa.

El énfasis de Paula sobre “los cinco largos años” envuelve varias situaciones que no la tuvieron con su mente enfocada ni en su mejor versión. "

“Estando hace 9 años afuera del país y casi cinco años viviendo en Dubái, hay que bancarse estar afuera del país. No es algo de ‘me voy y todo es felicidad’. Uno tiene que estar Navidad, cumpleaños, Día del Padre, Día de la Madre afuera solo. Todo esto conlleva una soledad que al no venir durante tantos años eso se iba acumulando y en un momento tuve depresión, una depresión bastante jodida por extrañar tanto. Aparte llegó la pandemia y pensaba en mis abuelos que no los veía hace cuatro años y medio, lo único que quería era abrazarlos y estar con ellos. En ese momento no se podía viajar, Argentina estaba cerrado y empezó la depresión de extrañar la familia, la patria, la comida y el idioma”, sostuvo la cordobesa.

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No hablar su idioma fue el puntapié inicial de otro giro en su vida, la creación de su canal de Twitch “pauladubai” en el que ya superó los 13 mil seguidores y que uno de sus videos generó hasta la reacción del Kun Agüero.

Todo arrancó con el viaje de un reconocido streamer argentino a Dubái. Justamente Paula fue una de las encargadas de brindarle un tour y se hizo reconocida entre los seguidores del argentino. Como él se volvía al país, fueron los seguidores los que le pedían a la cordobesa que comenzara a streamear para que siguiera mostrando Dubái. Ella reconoce que “no tenía idea” sobre de qué se trataba esto del stream, pero igual se animó y un 19 de diciembre desde un patio de comidas decidió arrancar sus transmisiones.

Algunos de los paisajes de Dubai que muestra Paula en su canal de Twich (pauladubai) y en su Instagram (paula_dubai)
Algunos de los paisajes de Dubai que muestra Paula en su canal de Twich (pauladubai) y en su Instagram (paula_dubai) Foto: Paula Esquivel

“En ese canal muestro el día a día de una persona en Dubái, pero el día a día real desde el punto de vista de una persona normal, de barrio. Cuando abrí el canal fue un ‘boom’ porque al tiempo me di cuenta que era la única streamer haciendo videos en español desde medio oriente para toda Latinoamérica y mostrando cosas que uno no tiene mucho acceso de ver el día a adía de un lugar como Dubái”.

Entre esas cosas, una llamó la atención del Sergio “el Kun” Agüero: “Empecé a streamear y para el segundo mes les propuse a mis seguidores tomarnos un taxi bote por la costa de Dubái. Antes de subirme al bote cumplí 300 horas en vivo y había llegado a 10 mil seguidores, un chico me para y me pregunta si quería probar helado de leche de camella, lo pruebo y fue creo que el helado más feo que probé en toda mi vida. En Twitch a mis seguidores les llamo “El Wachaje” y me hicieron un clip de mi reacción a comer helado de leche de camella. Después de unas semanas estaba cenando con un amigo y le digo ‘me voy a mi casa’, agarro el teléfono y tenía Instagram explotado, tenía como 2.000 mensajes y todos eran sobre el Kun que estaba en vivo reaccionando a mi video de comer helado con leche de camella”.

La aparición de Twitch y sus seguidores no es algo menor ni meramente lúdico, para Paula representó algo mucho más importante y así lo refleja: “A ellos les debo haber salido de la depresión en la que estaba. Con ellos hablo en español, ellos pueden interactuar conmigo, hemos llegado a tener una amistad y forman parte de algo muy importante en mi vida. Si bien tengo un trabajo y estoy bien económicamente, lo que hago en Twitch no lo hago por plata sino que lo hago por el amor que recibo de todos los seguidores. El Wachaje es una cosa increíble y uno estando solo en la otra parte del mundo se valora un montón. Al ver la reacción de ellos empecé a ver Dubái con otros ojos, con ojos de turista otra vez”.

“Me empezaron a seguir en Instagram (@paula_dubai) y me acompañan día a día en las buenas y en las malas. Lo hago por lo que ellos me dan a mí y la forma que puedo retribuirles es mostrando todo lo que pueda. Cuando firmé contrato con esta empresa me pedían gente de Latinoamérica y les di la posibilidad de mandar currículum a Dubái y uno de mis seguidores tiene entrevista. Un chico que nunca salió del país y puede ser que cambie su vida”, remarca.

Y agrega: “Para llegar a donde estoy he tenido problemas en mi casa, he terminado durmiendo en un banco de la Muni, he pasado por ese momento de mi vida y dije ‘voy a aprender inglés, me voy a formar, yo no quiero seguir así’ y llegar a Dubái donde estoy. No es que mis papas me pagaron el viaje o que hice una carrera universitaria, todo lo que hago es a pulmón y lo que le digo a mis seguidores es ‘si yo pude hacerlo ustedes también van a poder’ y me da mucha satisfacción cuando un seguidor me manda un mensaje diciendo que se sintió motivado. Esa posibilidad de cambiar algo en alguien para bien me hace muy feliz”.

El viaje de Paula Esquivel todavía no terminó, sigue no solo en Dubái sino en su mente y en sus sueños. El próximo paso es tratar de construir su casa en Argentina para instalarse cada vez que vuelva de Dubái o algún viaje por el mundo. “Muchas noticias son sobre argentinos que decidieron levantar la carpa e irse del país por el hecho de no aguantar más o de decir que en otro lado se vive mejor. Yo quería contar mi historia de cómo terminé ahí como experiencia. Si tuviera que volver a vivir en Argentina para mí es un país maravilloso, con gente maravillosa y una gastronomía maravillosa. Mi historia no cuenta como que me haya escapado sino como una experiencia. Aparte de poder comunicar a mucha más gente de la historia del banquito, de poder haber salido de esa situación y plantearse a uno mismo ‘sigo viviendo en la calle o trabajo y me formo y ahora el mundo es mío’. Creo que es muy importante que la gente sepa que se puede, obviamente no en todo los casos”, concluyó la cordobesa que seguirá viajando y compartiendo su vida con el mundo y “El Wachaje”.