El genocida excomisario y represor Antonio Musa Azar Curi murió hoy a los 85 años en Santiago del Estero, tras permanecer internado en un centro de salud privado a raíz de un ACV que sufrió el pasado 12 de septiembre, según confirmaron fuentes allegadas.
El exjefe de Inteligencia durante la dictadura cívico militar cumplía desde 2017, en su domicilio de la ciudad Capital, las condenas a prisión perpetua como responsable de cientos de desapariciones, torturas, abusos sexuales y por formar parte de una asociación Ilícita que tuvo como finalidad el exterminio de miles de santiagueños.
Antonio Musa Azar Curi había nacido el día 6 de diciembre de 1936 en la localidad de Árraga, departamento Silipica de Santiago del Estero. Ingresó a la policía provincial en 1956 y en 1972 formó parte de la Dirección de Informaciones Policiales (DIP), el servicio de inteligencia de la fuerza. El 24 de junio de 2008 fue condenado, a cadena perpetua, por la Cámara del Crimen de II Nominación de Santiago del Estero, por la violación y asesinato de dos mujeres en plena democracia, en 2003, Leyla Nazar y Patricia Villalba, conocido como el doble crimen de La Dársena.
En el marco de esa causa, sus abogados apelaron pero la condena fue ratificada por la Suprema Corte de Justicia. En 2010 el Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero lo condenó a cadena perpetua por el secuestro, tortura y asesinato de Cecilio Kamenetzky, ocurrido en septiembre de 1976. En 2012 fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de Consolación Carrizo, por la tortura de 31 personas y por secuestros y violaciones sexuales. Se trató de un fallo histórico en el cual se condenó el abuso deshonesto (sexual) en perjuicio de un detenido varón y finalmente fue destinado a la cárcel de Ezeiza. En 2018 fue condenado a diez años de prisión por la causa Caballero y en noviembre de 2017 un tribunal de Santiago del Estero le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria, aunque horas después, esta medida fue suspendida.
Sin embargo, en enero de 2018, obtuvo dicho beneficio. Esa resolución fue dictada por el Tribunal Oral Federal de Santiago del Estero, el mismo tribunal que el 28 de diciembre de 2017 lo condenó a 22 años de cárcel por los crímenes de la Megacausa III.