A sólo una semana de la muerte de Miguel Lifschitz, el exintendente Mario Barletta jugó la primera ficha electoral y anunció que será candidato a senador nacional por Santa Fe. Más aún, sostuvo que lo hará para “construir un gran frente que reúna a toda la oposición”, incluyendo al Partido Socialista (PS).
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“Nuestra provincia necesita dirigentes que asuman un mayor protagonismo y defiendan los intereses de las y los santafesinos”, planteó el integrante de la Unión Cívica Radical (UCR). Alineado hasta fines de la gestión macrista como parte de Juntos por el Cambio, el ingeniero de 67 años decidió tomar la iniciativa sobre una propuesta que ya habían lanzado otros correligionarios.
La principal novedad fueron los argumentos que esgrimió el exrector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) para hablar de la cuestión. A la de hora de justificar la necesidad de crear ese gran frente opositor al peronismo, planteó: “Tenemos que sumar. Por eso, no voy a descansar un solo minuto. Es lo que pensábamos hacer junto a Lifschitz y otros dirigentes”.
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Además de atribuirle esa postura al fallecido referente del Frente Progresista, Barletta convocó “sin especulaciones, sectarismos ni divisiones” al socialismo, el PRO y la Coalición Cívica a unirse “para nuevo tiempo”. Así definió el “gran desafío” ante el reacomodamiento dentro del partido de la rosa por la muerte del rosarino.
“Podemos ser una verdadera alternativa de poder que busca la unidad en la diversidad”, consideró el exembajador en Uruguay. Entre otras consignas, se refirió al respeto a la Constitución y la división de poderes, así como “no aceptar la corrupción, la impunidad y los privilegios”.
A continuación, Barletta subrayó que es clave generar un “programa de reconstrucción para proteger a los que sufren”. Entre ellos mencionó a quienes “aspiran a tener un trabajo digno” y llamó a “promover a los que quieren producir y apostar a la educación como la clave del futuro”.
