Bar de la prostitución en Malargüe: no se descarta que exista trata de personas

A medida que avanza la investigación el delito de trata de personas está cada vez más presente y tome parte la Justicia Federal. La mujer trans, Sonia Inostroza, está en la cárcel con imputaciones múltiples. También cayó quien era su mano derecha, una mujer de unos 35 años.

No se descarta que el caso de Malargüe pueda pasar a la Justicia Federa por trata de personas. (Web)
No se descarta que el caso de Malargüe pueda pasar a la Justicia Federa por trata de personas. (Web)

El caso de prostitución descubierto en Malargüe bajo la fachada de un resto bar sigue dando que hablar y además de los delitos que le imputaron a la mujer trans Sonia Inostroza, también podría transformarse en un caso Federal.

Una de las trabajadores sexuales que trabajaba en el bar Catrina fue la que dio los primeros indicios y en el curso de la investigación surgieron pruebas para imputar a Inostroza por múltiples delitos. En los operativos también se detuvo a quien era la segunda al mando en el bar.

Además de la prostitución, Inostroza anestesiaba a las trabajadoras para inyectarles silicona y agrandar los pechos. También las mantenía amenazadas para que no fueran a pronunciar palabra sobre lo que realmente sucedía en el resto bar.

Sin embargo no se descarta que además de la Justicia mendocina tome parte la Justicia Federal ya que está flotando en el ambiente el delito de trata de personas.

Todo comenzó con una denuncia por amenazas

El desplazamiento policial por un llamado debido a unas amenazas con arma de fuego fue el detonante para sacar a la luz toda una operación de prostitución en lo que aparentaba ser un simple resto bar en Malargüe.

Inostroza fue imputada por privación ilegítima de la libertad agravada por la violencia y amenazas coactivas agravadas por el uso de arma de fuego. También le endilgaron ejercicio ilegal de la medicina, lesiones graves dolosas, lesiones leves y facilitación de la prostitución con ánimo de lucro.

Tras la declaración de una de la trabajadora, la fiscal Andrea Llorente ordenó los operativos y la policía allanó tres domicilios: el bar en San Martín Sur y Anglat, la casa de Inostroza y por último la vivienda en donde estaban alojadas las trabajadoras sexuales.

El bar que funcionaba como whiskería en Malargüe. (Foto / Google Street View)
El bar que funcionaba como whiskería en Malargüe. (Foto / Google Street View)

“Tiene mucho de trata de personas esta causa porque la casa donde tenían a las mujeres curiosamente tenía demasiadas medidas de seguridad. Y eso es una marca registrada de la trata”, comentó una fuente allegada al caso.

En cuanto a las trabajadoras sexuales al menos habría dos que no son de Malargüe.

El bar, la fachada

Inostroza había montado toda una operación de prostitución utilizando como fachada a Catrina.

En el bar no era extraño que debiera intervenir la policía por peleas y también había inspecciones de parte de Diversión Nocturna.

Sin embargo salvo algunos procesos contravencionales o una clausura, como sucedió cuando detectaron menores en el local, se pagó la multa sin inconvenientes, no había nada más a la vista.

“Se continúa trabajando en la investigación a las órdenes de la fiscal Llorente. Lo que si se puede decir que es fue muy importante el poder haber desarticulado ese lugar que estaba muy bien maquillado como resto bar”, confió Hugo Alcalde, comisario que tiene a cargo la seccional 24 en Malargüe.

El avance de la causa

Durante los allanamientos el personal policial detuvo a seis personas, con el avance de la investigación surgió que cuatro eran trabajadoras del bar.

En el caso de Inostroza la fiscalía ordenó la detención y que pase a la cárcel de San Rafael ya que contaba con una condena previa pero estaba en libertad condicional.

También cayó otra mujer de unos 35 años que hacía las veces de mano derecha de Sonia. La cómplice también está seriamente involucrada en la causa aunque por ahora mantiene la libertad.

Por estas horas la fiscalía está a la espera de los resultados de pericias en celulares y computadoras, al tiempo que continúa recabando declaraciones de testigos, entre otras medidas que ordenó Llorente.