Una alumna escrachó a un profesor de gimnasia por abuso sexual y lo apartaron del cargo

Es docente de la histórica escuela de mujeres de la capital puntana. Durante una asamblea varias alumnas confesaron que también fueron víctimas de él. 

Asamblea en el Centro Educativo N° 2 “Paula Domínguez de Bazán”.
Asamblea en el Centro Educativo N° 2 “Paula Domínguez de Bazán”.

El lunes 3 de septiembre el Ministerio de Educación de San Luis, mediante resoluciones 12 y 13, inició sumarios - incluyendo todas las medidas judiciales - y apartó de sus cargos a dos docentes acusados de abuso. Un profesor de educación física del Centro Educativo N° 2 "Paula Domínguez de Bazán" y a un preceptor del Colegio N° 1 "Juan Crisóstomo Lafinur".

Centro Educativo N° 2 “Paula Domínguez de Bazán”.
Centro Educativo N° 2 “Paula Domínguez de Bazán”.

La medida fue llevada a cabo debido a que ayer las alumnas de la escuela "Paula Domínguez de Bazán" llevaron a cabo una asamblea, donde estuvieron presentes la jefa del Programa Educación, Elisa Muñoz; la jefa del Programa Escuela y Comunidad, Alida García Peanú; junto a la jefa del Área Educación Rural, Fabiana Pagola, y la supervisora, Adriana Guzmán, informó Agencia de Noticias San Luis.

En esa oportunidad, las alumnas aprovecharon y les relataron a las autoridades del ministerio​ los diversos casos y la cantidad de situaciones incómodas y conductas inapropiadas que vivieron por parte del docente de educación física. Además una de ellas lo escrachó públicamente por facebook. 

​Un grito en el silencio

Según publicó El Diario de la República ese día en el salón de actos, la frase que mas resonó fue: "¡No nos callamos más!". Allí, alumnas, ex alumnas, denunciantes y directivos mantuvieron dicha reunión de casi dos horas en la que las responsables de la escuela expusieron los pasos a seguir luego de la viralización en las redes sociales de la denuncia pública de una joven hacia el profesor de Educación Física, Jorge Despréz, por abuso sexual.

De a poco, con vergüenza y temerosas, las alumnas comenzaron a levantar la mano para tomar la palabra y una de ellas relató: “Cuando estaba en tercero nos pidieron escribir qué pensábamos de los profesores; la mayoría contamos que nos sentíamos incómodas e intimidadas por el profesor y no hicieron nada”.

Luego otra más levantó su mano y contó que: "Siempre nos sentimos incómodas, nos hacia poner en posiciones medio raras, nos abrazaba y les miraba la cola a todas”, agregó otra.

Pero el relató más escalofriante fue el de una joven que tímidamente y algo cabizbaja se paró y contó: "Mi denuncia data de 2014, en la Justicia la cajonearon y no hicieron nada". Ella es Mariana Luque, una joven de 33 que hace cuatro años denunció que Despréz la empezó a abusar cuando tenía 6 o 7 años y que a los 13 la violó.

"He sido víctima, denunciamos en la escuela y acá no hicieron nada. Tenía 6 años cuando me tocó y no dije nada, después le pasó a mi hermana, ella habló y ahí yo conté lo que me había pasado, pero no hicimos denuncia porque mi mamá pensó que era exponernos y que todo iba a quedar en la nada", hasta ahí pudo contar la joven hasta que rompió en lágrimas y su angustia le impidió seguir hablando, miró a su hermana, quien también lloraba, y dijo: "La mayoría de los docentes saben todo lo que pasaba, siempre el rumor corrió por los pasillos, los profes decían 'sí, es baboso'".

Asamblea en el Centro Educativo N° 2 “Paula Domínguez de Bazán”.
Asamblea en el Centro Educativo N° 2 “Paula Domínguez de Bazán”.

Miriam Casella, actual docente de la escuela y mamá de Mariana Luque, les recordó a las chicas: "Las que han sido alumnas mías saben las veces que yo les he dicho 'no dejen que un profesor las toque, díganlo', se los dije toda la vida. No podía decirles de frente que mi hija es una de las damnificadas, nadie sabe más que yo lo que duele, nadie sabe más de la repugnancia hacia una persona".

Según publicó el medio local, para ella, el profesor señalado es un psicópata y siente que su hija fue engañada por su carisma. Recordó que los comentarios de pasillo estuvieron siempre pero no podían probarlos. “Lo que le hizo a mi hija fue mucho más que una toqueteada y me ha llevado a mí diez años de mi vida de tratamiento, hoy les pido que me ayuden, que todo lo que sepan me lo hagan saber”, suplicó la madre.

Luego de más de una hora de testimonios llegó la supervisora de la escuela, Adriana Guzmán junto a la jefa del Programa Escuela y Comunidad, Alida García Peanú, y Fabiana Pagola, del área de Educación Rural; enviadas por el Ministerio de Educación. 

"Estoy acá para acompañar y se está trabajando. Me enteré de todo el viernes al hablar por teléfono con la directora, pero todavía no tengo ningún acta en mi poder", dijo Guzmán

García Peanú, anonadada por los relatos, dijo: "En primer lugar les pido disculpas por lo que les pasó, por tener un profesor de esta calaña y les pido por favor que cada una de ustedes que se haya sentido afectada haga una denuncia judicial, porque con eso nosotros podemos hacer un sumario".

"Tenemos que sacar a esta persona del sistema educativo, entonces necesitamos por favor que denuncien. Tocar a una alumna es un abuso, un delito. Les pido disculpas de parte del ministerio por no estar al tanto y desconocer lo que estaba pasando. Lo apartamos de la institución ya; ha habido una impericia total por parte de la escuela, no pueden tener acumuladas actas sin haberlas comunicado", dijo enojada García Peanú.

Al fondo del salón, entre el tumulto, una niña de no más de 14 años pidió la palabra y contó: “A mí me hizo acompañarlo a la sala (donde guarda los instrumentos para sus clases) y me tocó, no denuncié porque me amenazó con que si lo hacía las cosas iban a ser peores para mí”.

Algunas estudiantes contaron que hace pocos días fueron a hablar del tema con la regente Silvia Ceballos y ella les dijo que "las mujeres, como están hoy en día, le echan la culpa al macho". "La regente nos dijo que era nuestra palabra contra la de un profesor, que la reputación del colegio iba a bajar si hablábamos", dijeron casi a coro las alumnas.

"Hay que cuidar el largo de los guardapolvos; deberían ser más largos porque los hombres aún no están educados, tenemos que cuidarnos de aquellos perversos que nos están observando", se defendió Ceballos.

Ya sobre el final una de las últimas jóvenes en hablar afirmó: “La regente siempre nos critica los guardapolvos y cómo somos 'señoritas'. Necesitamos apoyo institucional y del ministerio para que las chicas hablen, porque no es fácil decir ‘fui abusada, fui toqueteada’”, dijo. Rompió en llanto y con dificultad recordó: “Yo era chiquita y no me di cuenta, ahora hablo por todas porque no es fácil. Pido programas y que nos acompañen para que podamos hablar y que (el acusado) no dé más clases”.