Puesteros de la Difunta Correa apuestan a capacitarse para una eventual reapertura

Perdieron sus fuentes de trabajo con el inicio de la pandemia.

La Difunta Correa, vacía
La Difunta Correa, vacía

Desde que comenzó la pandemia en nuestro país y tras la declaración del aislamiento social, preventivo y obligatorio, el turismo religioso en San Juan bajó sus persianas. Ni siquiera cuando la provincia registraba escasos contagios y se rehabilitaron numerosas actividades, incluidas las clases presenciales, volvió a funcionar.

Para los habitantes del paraje Vallecito, donde se encuentra el santuario de la Difunta Correa, la pandemia fue un golpe que los privó de ganarse el sustento. De pasar a recibir a más de un millón y medio de visitas anuales, las calles del santuario hoy están vacías.

Pese al oscuro panorama que se cierne sobre los habitantes de esta pequeña localidad ubicada en el departamento de Caucete, los puesteros mantienen la esperanza de una eventual reapertura y para ello crearon una cooperativa para aprender oficios sustentables.

Pablo Pastor, presidente de la Fundación Vallecito, entidad gubernamental que maneja el santuario, aseguró a Diario La Provincia SJ que los lugareños "pidieron una serie de capacitaciones en cerámica, textil, atención al cliente, incluso en senderismo para que puedan ofrecer paseos en bicicleta y caminando. Si bien todo eso está esperando a que el estatus sanitario cambie para luego arrancar con las capacitaciones, el Ministerio de Turismo ya dictó la capacitación de atención al cliente y ofrecer servicios turísticos de manera segura".

“La idea de la cooperativa de trabajo apunta a desarrollar oficios que no dependan necesariamente de la visita del público al paraje, sino que ellos puedan producir distintos tipos de productos y servicios que también puedan vender en ferias fuera del lugar. Tiene una finalidad de subsistencia y autonomía más allá del turista", añadió Pastor.

La ministra de Turismo y Cultura, Claudia Grynszpan, reconoció recientemente que lugares como la Difunta Correa y el paraje Ceferino Namuncurá, deberán esperar aún un tiempo para reabrir sus puertas, debido al complicado estatus sanitario que hoy tiene la provincia.