Pasó desapercibido hasta hace poco, pero finalmente, tras quedar en la mira de la Justicia, se entregó el tercer sospechoso del crimen de Ivana Garcilazo, la hincha de Rosario Central que recibió una pedrada mortal en el cráneo cuando volvía de asistir a la cancha por el clásico rosarino.
Se trata de Juan José M., un hombre de 42 años que tiene un vínculo con Ariel Cabrera y Damián Reifenstuel; el primero ya imputado y el segundo prófugo en el exterior. Según fuentes judiciales, el sospechoso se presentó por su cuenta junto a un abogado en la sede de la Agencia de Investigación Criminal de zona sur, donde quedó detenido.
Según la investigación en curso, Juan M. se reunió con los docentes para ver el partido y luego los tres fueron caminando hasta el Parque Independencia, lugar en el que comenzaron a lanzar baldosas y piedras a los autos y motos de hinchas de Central que volvían de Arroyito. En ese contexto asesinaron a Ivana.
Para avanzar en la investigación, el jueves se realizó un procedimiento en el domicilio de Humberto Primo al 1900 donde vive el sospechoso. Allí se secuestraron celulares de los familiares, que serán enviados a peritar. En ese marco, los investigadores ya tenían clara la participación de M., que decidió entregarse tras quedar “acorralado”.
Juan José M. trabaja como paquetero y es amigo de los educadores señalados por el homicidio de la hincha canalla. Si bien la Justicia considera que tuvo participación en el crimen, se resguarda su identidad, ya que no fue necesaria la ayuda de la comunidad para reconocerlo. No obstante, su apellido se dará a conocer en la audiencia que se realizará este sábado.
¿Cómo avanza la causa por el crimen de ivana garcilazo?
Este mes se realizó la audiencia de imputación contra Ariel Cabrera, el primer sospechoso en entregarse luego de ser reconocido por su pareja en un video que mostraba los momentos posteriores al crimen y que fue divulgado por el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Cabrera quedó imputado por homicidio agravado por la ley de espectáculos deportivos y permanece detenido por el plazo de la ley en un centro penal fuera de la ciudad.
Por su parte Reifenstuel, que fue reconocido por un taxista que brindó un valioso testimonio, continúa prófugo y es intensamente buscado en Bolivia. La investigación indica que fue él quien arrojó el piedrazo mortal, aunque M. también quedará imputado como presunto coautor de homicidio agravado.
