Este viernes, la Cámara de Casación Penal convalidó las restricciones en las condiciones de detención del capo narco rosarino Esteban Lindor Alvarado tras su intento de fuga en helicóptero de la cárcel de Ezeiza en el mes de marzo.
La medida, dispuesta por los camaristas Guillermo Jorge Yacobucci y Alejandro Walter Slokar, contempla el alojamiento en una celda individual, el control estricto de las comunicaciones móviles y un monitoreo permanente de los movimientos del líder narco mediante cámaras de videovigilancia. Con esto, declararon “inadmisible” un recurso de la defensa de Alvarado para que se revoquen esas restricciones que habían entrado en vigencia el 4 de abril pasado.
Los jueces dispusieron que el capo narco que permanece alojado en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza “sea alojado en una celda individual, y en caso de ello no ser posible, se lo reubique en otra sección del establecimiento cuyo control sea riguroso y estricto, y no mantenga contacto con otros internos procesados y/o condenados por delitos vinculados al narcotráfico o al crimen organizado”.
Entre las medidas, también se comprenden requisas sorpresivas a la celda de Alvarado, la prohibición de comunicaciones móviles e inhibidores de señal en el pabellón donde se encuentre alojado y el monitoreo con videovigilancia.
Los jueces pidieron además a las autoridades del SPF que se elabore una lista con nombre, apellido y teléfono de las personas con las cuales puede comunicarse Esteban Alvarado desde el teléfono fijo del pabellón, y que solo pueda ser visitado por esas mismas personas que figuran en ese listado.
¿Por qué endurecieron las condiciones de detención de Alvarado?
Las medidas fueron tomadas luego del intento de fuga del capo narco rival de “Los Monos” en Rosario. Según las pesquisas, Alvarado comenzó a idear su fuga, que comprendía una huida en helicóptero, en octubre del año pasado.
Los investigadores establecieron que existió un primer intento de rescate que se iba a llevar a cabo el viernes 3 de marzo a través de un helicóptero proveniente de la localidad entrerriana de Gualeguaychú, el cual descendería en el campo de deportes de la unidad. Ese operativo se frustró por una serie de allanamientos dispuestos por tres jueces de distintas jurisdicciones en Ezeiza y el penal de Rawson.
Posteriormente, el 10 de marzo pasado los efectivos de la División Drogas Peligrosas de la PFA lograron desbaratar la maniobra alrededor de las 16.10 de la tarde y detuvieron a tres sospechosos, como así también el secuestro del helicóptero. Sin embargo, el piloto de la aeronave, el hombre apodado “Lobo”, logró escapar y todavía permanece prófugo.
