Casi cuatro meses después de su arresto durante un megaoperativo antidrogas en Rosario y Buenos Aires, Leonardo Dalmacio Saravia acordó este miércoles una condena a 4 años de prisión. “Leo Rey” admitió que integraba la banda de Ariel Máximo Cantero padre, el exjefe de “Los Monos”.
Fuera de la causa federal sobre narcotráfico, el juez provincial José Luis Suárez homologó un procedimiento abreviado presentado por el Ministerio Público de la Acusación (MPA). El imputado aceptó su responsabilidad penal como miembro de una asociación ilícita que operaba en los barrios Vía Honda, Triángulo, Plata y Villa Banana.
Saravia tiene 32 años y está bajo prisión preventiva desde marzo. Su abogado Carlos Varela propuso un acuerdo en el que se declaró culpable de haber integrado la banda de Cantero y de Rosa Bibiana Montero, la pareja del “Viejo”.
Mediante el mismo juicio abreviado “Leo Rey” también fue condenado por encubrimiento y portación ilegal de arma de fuego de guerra. La fiscal María de los Ángeles Granato aceptó la resolución y así se cerró una de las causas contra un proveedor narco de mucho peso en Rosario.
En una segunda audiencia, el juez Suárez sentenció a otro integrante de la banda del “Viejo” Cantero a 3 años de prisión efectiva. David Milton Pérez había sido denunciado porque aportaba armas de fuego a la organización, así como material balístico y drogas. El muchacho respondía a las órdenes de su cuñado Nazareno Uriel “Anteojito” Gauna.
¿Quién es “Leo Rey” y qué conexión tiene con “Los Monos”?
De acuerdo a la investigación del MPA, Leonardo Saravia era el nexo entre los jefes principales de una franquicia de “Los Monos”. Su tarea principal era conseguir la droga que luego se vendía en los bunkers que tenían protección del Cantero y sus cómplices.
“Leo Rey” actuaba al amparo del “Viejo” y de su pareja en diferentes zonas del sudoeste de Rosario. Para evadir a la Justica había conseguido un DNI con otro nombre y una licencia de conducir.
Si bien tenía domicilio en Roldán y se hacía llamar Hernán Sebastián Zurita, el narcotraficante se había mudado a Buenos Aires para hacerse cargo del traslado y distribución de las drogas. Cuando la Policía Federal descubrió la red, montó un operativo que concluyó con el secuestro de más de 21 kilogramos de cocaína en Ramallo.
