Dos jóvenes miembros de la banda delictiva otrora liderada por el ex jefe de la barrabrava de Newell’s, Roberto “Pimpi” Caminos fueron condenados por el homicidio de la madre de los Funes, cuyos hijos integran otra organización criminal enfrentada a la primera. Este hecho desató una larga saga de asesinatos en los últimos años en el sur de Rosario.
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Los condenados fueron identificados como Alexis Damián Camino (25), hijo del Pimpi, asesinado en marzo de 2010; y Juan Manuel Almada (26), quienes admitieron en un juicio abreviado haber sido los autores del homicidio de Mariela Miranda el 11 de marzo de 2016. La mujer era la madre de los hermanos Funes, un grupo criminal que operó en el mismo territorio que los Caminos y con el que se enfrentaron de forma sangrienta a principios de 2018.
Caminos y Almada fueron acusados también por conformar una asociación ilícita -liderada por el primero- que cometió robos, amenazas, abuso de armas y usurpaciones en los barrios Tablada y Municipal del sur de Rosario, detallaron voceros judiciales. Por esos hechos, Caminos fue condenado a 20 años de prisión y Almada a 15, pero como ambos ya habían sido sentenciados por otros dos asesinatos, se les unificaron las penas en 30 y 25 años de cárcel respectivamente.
Voceros judiciales recordaron que aquel asesinato de marzo de 2016, originado en “una bronca” previa entre las familias Caminos y Funes, fue el desencadenante de al menos otros 20 homicidios cuyo trasfondo, además de las venganzas personales, era “la disputa territorial por el narcomenudeo”.
Según la investigación, Alexis Caminos conducía la moto cuyo acompañante armado, “Juanchi” Almada, disparó contra Miranda la tarde del 11 de marzo de 2016 en Uriburu y Ayacucho. Alan Funes, entonces un adolescente, vio cómo su madre moría tras el ataque de las personas a las que conocía del barrio. Dos meses más tarde cayó baleado Eugenio “Popy” Solano (26), señalado por los Funes como uno de los que mató a Miranda, y por ese homicidio fue imputado como partícipe Alan Funes.
Los Funes, además, comenzaron a operar al menos desde 2017 con otro conocido joven del mundo criminal rosarino, René “Brujo” Ungaro, condenado como el autor del asesinato de “Pimpi” Caminos, y recientemente sentenciado en la Justicia Federal por liderar desde la cárcel una banda narco.
El primer día de 2018 el enfrentamiento entre ambos grupos recrudeció: Jorge “Gordo” Funes, el esposo de Miranda, fue baleado en su casa de la localidad santafesina de Alvear. Esa misma noche fueron asesinados, mientras celebraban Año Nuevo, el futbolista Luis Hernán Tourn (26) y su pareja Sofía Barreto (26), según los investigadores como “vuelto” por el tiroteo al “Gordo” Funes.
Sin embargo, las cuatro personas que dispararon desde un Chevrolet Corsa buscaban a un cuñado de Tourn que había salido recientemente de la cárcel y estaba ligado a los Caminos. Por el tiroteo a Funes y el doble crimen de Año Nuevo fue condenado Enrique Adrián Solís, alias “Cable”, un sicario ligado a Ariel “Tubi” Segovia, un narco acusado por varios homicidios vinculado a los Camino que fue asesinado el 24 de abril en la cárcel de Coronda, y por cuyo crimen fue condenado “Juanchi” Almada.
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La saga de venganzas continuó el 7 de enero con el asesinato de Ulises Funes (23) -por el que luego también fue imputado más tarde el sicario Solís-, uno de los hijos del “Gordo”. El 14 de enero del mismo año, Marcela Díaz, hermana de “Tubi” Segovia, fue asesinada mientras iba de acompañante en un moto conducida por su pareja, que resultó herido pero salvó la vida al simular estar muerto, según la investigación judicial. Alan Funes y su novia, Jorgelina “Chipi” Selerpe, fueron imputados con prisión preventiva por el homicidio de Díaz, que según el caso fue herida por el joven y rematada en el piso por la chica.
El 5 de febrero de 2018 cayó baleado Jonathan “Bam Bam” Funes (28), cuando salía de visitar en la cárcel de Piñero a sus hermanos Lautaro y Alan. Un auto interceptó el suyo a pocos kilómetros del penal y, tras lograr que se detenga, un hombre bajó y lo fusiló delante de su novia. Por el crimen fueron condenados en abril pasado a prisión perpetua “Cable” Solís y Emiliano “Jija” Avejera, exjefe de la barrabrava de Newell’s Old Boys que llegó a ese lugar impulsado por “Tubi” Segovia.