Central lució poco, peleó mucho y pegó de más, pero finalmente se quedó con la victoria al derrotar a Unión por 1 a 0. El tanto lo marcó Fernando Tobio de cabeza en la primera etapa.
El local empezó mejor, aprovechando por intermedio de los movedizos Lioi, Carrizo y Lovera la enorme lentitud de la defensa de Unión. En los primeros minutos los auriazules en más de una ocasión ganaron las espaldas y tiraron peligrosos centros con los que arrimaron peligro al arco de Fernández.
La apertura del marcador llegaría en el minuto '9, y como casi siempre durante la era de Leo Fernández, a través de la pelota parada. Un centro preciso de Gil encontró la cabeza de Tobio, que se movió bien para adelantarse a su marcador y poner el 1 a 0.
Con el resultado adverso, los de Madelón salieron de la cueva, pero sin ideas, tan sólo con remates de lejos y muy poco juego asociado. Y es que el canalla, en base a una férrea marca y muchas patadas, se impuso en el mediocampo.
Las primeras cuatro intervenciones del colombiano Cabezas fueron temerarias faltas con las que lesionó a un rival (Gamba) y dejó revolcándose por el piso al resto. Por milagro sólo recibió una amarilla, pero que lo condicionó el resto del partido.
Quien vio la roja fue Maxi González. Ya estando amonestado por una entrada totalmente a destiempo, al volante no le importó y pegó un patadón sin sentido sobre el cierre de la primera etapa y se fue al vestuario junto a su técnico, expulsado por protestar.
Con uno menos, Central buscó quitarle ritmo al segundo tiempo y apostó por la contra. Pudo haber incrementado el marcador, pero falló en la definición. Del otro lado encontró un rival muy tibio, que arrimó casi nada de peligro a Ledesma, y que hasta pareció conformarse con el 0 – 1 en contra.
Fue triunfo canalla de local, después de un empate y una derrota de visitante. Sirve para trabajar más tranquilo en la semana, aunque sin dudas el equipo deberá bajar los decibeles porque ya es el que más faltas comete en toda la Superliga y si sigue así, le va a costar caro.