Alberto Fernández y su respuesta al procurador Eduardo Casal que defendió a Diego Luciani: “Mis declaraciones no pueden ser interpretadas con intenciones de condicionar al fiscal”

Luego de sus declaraciones en el programa “A Dos Voces” de TN, en donde Alberto Fernández fue el foco de la entrevista, el Presidente salió al cruce del procurador Eduardo Casal, que defendió la posición del fiscal Diego Luciani.

Alberto Fernández: “Nisman se suicidó, espero que Luciani no haga lo mismo”

Fernández aseguró que sus dichos “de modo alguno pueden ser interpretadas en el sentido de querer condicionar el accionar” del fiscal y agregó que el Poder Judicial no debe estar “exento de críticas”.

A través de una extensa carta que le envió este viernes, el mandatario exhibió su punto de vista, luego de las críticas que recibió por parte del Procurador General Interino, Eduardo Casal, quien respaldó al fiscal Diego Luciani, a raíz de la frase del Presidente donde hizo un paralelismo con el fallecido Alberto Nisman.

“El Poder Judicial y sus magistrados y funcionarios no están ni podrían estar exentos de críticas y opiniones en una sociedad democrática”, afirmó Alberto Fernández.

La frase de Alberto Fernández sobre Nisman y Luciani

Los dichos del Presidente que despertaron polémica fueron emitidos en medio de una entrevista que mantuvo con TN el miércoles por la noche. El Jefe de Estado comentó: “Hasta acá, lo que le pasó a Nisman es que se suicidó, no otra cosa. Yo lo que espero es que Luciani no haga algo así”.

Eduardo Casal, a raíz de esto, recibió el jueves a los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, haciéndoles saber su apoyo. A continuación, le envió una carta a Fernández donde le hizo saber su “preocupación” sobre el tema y que sus dichos “no solo importan un menoscabo a la independencia y autonomía del Ministerio Público Fiscal, sino que constituyen una injerencia indebida en el trámite de un proceso por cuya legalidad esta misma Institución también debe velar”.

La respuesta de Alberto Fernández al Procurador

Tan solo 24 horas después, el Presidente hizo su descargo también a través de una carta enviada a Eduardo Casal: “Lejos de importar un menoscabo a la independencia y a la autonomía, o una injerencia indebida en el proceso, mis declaraciones constituyen una expresión de lo que observa gran parte de la ciudadanía: que, a la hora de actuar, muchos magistrados y funcionarios de la Justicia Federal prestan más atención a determinados intereses fácticos y políticos que a las normas vigentes y que esta situación hiere a la democracia”.

En la misma misiva, Fernández manifestó que sus declaraciones sobre los fiscales no violan el artículo 109 de la Constitución Nacional, donde se establece que “en ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas”.

También cuestionó el accionar de Casal, por no haberle efectuado las mismas críticas a Mauricio Macri, cuando este era el Jefe de Estado: “El celo que muestra respecto del cuidado de los procesos penales hubiera sido importante, para la salud democrática de nuestro país, que se plasmara también en impulsar investigaciones transparentes respecto de las motivaciones reales que tuvieron algunas visitas realizadas por destacados miembros del Poder Judicial al expresidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada”.

“Esa doble vara para medir hechos institucionales y esta sistemática asimetría en las posturas adoptadas tornan aún más necesario que se abran estos debates para cuidar la salud de la democracia y para que en la región no vuelva a ocurrir la afectación de los procesos electorales y de la vida democrática de la sociedad por la actuación de la justicia con intereses políticos y/o fácticos”.

Las contradicciones de Alberto Fernández sobre la muerte del fiscal Nisman: qué decía antes de ser presidente

Al cierre, Alberto Fernández explicó en su carta que lo que enfrenta Cristina Kirchner en la causa Vialidad, tiene similitudes con lo que tuvo que vivir Lula da Silva en Brasil. Según Fernández, el exmandatario brasileño fue víctima “de una persecución judicial, mediática y política para impedir que fuera candidato a presidente”.