Atrapado en la interna del Frente de Todos, golpeado por la ruptura en el Senado y con una oposición en tono de campaña electoral, el presidente Alberto Fernández se prepara para inaugurar este miércoles el 141° período de sesiones ordinarias, el último de esta gestión.
Fernández hablará por cadena nacional en el marco de la Asamblea Legislativa, donde además volverá a compartir una foto con la vicepresidenta Cristina Kirchner después de casi nueve meses: la última vez que se mostraron juntos fue en un acto en Tecnópolis con motivo del centenario de la fundación de YPF.
En las horas previas al inicio de las sesiones, el Presidente definió los detalles del discurso, que contendrá aportes de los distintos ministerios. Según trascendió, además del balance de gestión, se espera que insista con la agenda pendiente de las sesiones extraordinarias, con especial foco en las reformas judiciales.
En ese aspecto, el dato será la presencia de dos de los cuatro jueces de la Corte Suprema de Justicia, que tradicionalmente son invitados a la ceremonia, pero ahora están siendo sometidos a juicio político por impulso del Gobierno.
El Presidente se enfrenta a una Asamblea Legislativa compleja, ante la necesidad de exhibir logros de una gestión complicada por la inflación y la falta de dólares, y, a la vez, plantear una mirada de futuro en un escenario electoral incierto para el Frente de Todos, que atraviesa una interna por la definición de sus candidaturas.
Esa interna encuentra a Fernández con intenciones de competir y al kirchnerismo embarcado en un “operativo clamor” por Cristina, en medio de denuncias de “proscripción”.
En ese sentido, la foto del 1ro. de marzo dejará plasmado cuál es el nivel de apoyo que conserva el Presidente entre gobernadores e intendentes, y también entre dirigentes empresarios y gremiales que suelen ubicarse en los palcos.
Fernández viene de sufrir un duro golpe en el Senado, donde la bancada oficialista perdió la primera minoría por la partida de cuatro senadores que formaron un bloque propio junto a la schiarettista Alejandra Vigo. Todavía resuenan los ecos de esa fractura, en medio de versiones que hablan de una réplica en Diputados.
A eso se suma el rol de Juntos por el Cambio, espacio que se mantuvo en pie de guerra durante el verano en rechazo al juicio a la Corte. Si bien a partir de marzo los diputados podrían flexibilizar el “bloqueo” legislativo, no viabilizarán tan fácilmente las leyes del Gobierno.
Por estas horas, las tres “patas” de la principal fuerza opositora mantienen reuniones para definir su estrategia a partir de la inauguración de las sesiones ordinarias y también la actitud a tomar en la Asamblea Legislativa.
Hay quienes recuerdan el antecedente de 2022, cuando el PRO abandonó el recinto en medio de gritos en rechazo a las menciones del Presidente a la herencia recibida de la gestión macrista. En aquella oportunidad, la UCR y la Coalición Cívica se quedaron, desnudando de esa forma las diferencias internas.