Este viernes la justicia autorizó un régimen de salidas laborales para un hombre condenado a 30 años de prisión por abusar de un niño de tres años que falleció por una infección que le ocasionaron los abusos. El acusado lleva 17 años en prisión y sale acompañado de un policia porque no disponen de pulseras electrónicas.
Se trata de Carlos Bernardo Soñé, de 43 años condenado a la pena más alta en la historia de la provincia tras recibir 30 años de cárcel. El caso se volvió uno de los más reconocidos y dolorosos de Cutral Co, todo se remonta al 1 de noviembre de 2002 cuando el acusado vivía con su pareja, Patricia Alonso y sus dos hijos menores.
Franco, uno de los niños, falleció a los tres años de edad producto de una peritonitis, una fuerte inyección cuyos síntomas son dolor abdominal, estreñimiento, vómitos y fiebre. Cuando lo llevaron al hospital descubrieron que había sido violado y recibió varias heridas. Aunque se plantó la sospecha que la peritonitis fue producto de un golpe, también ocasionado por Soñé.
La pareja se conoció en un local nocturno, donde ella trabajaba y luego se mudaron al Parque Industrial de Cutral Co. Por aquel entonces el acusado era un chofer desempleado, tenía 28 años y su esposa 26. La vida de la pareja era humilde, "de escasos recursos económicos y carencias socioculturales", indicó Guillermo Berto periodista del diario Río Negro.
En 2014, Soñe es condenado a 30 años de cárcel por "abuso sexual con varios agravantes". Cuando le realizaron las pericias psiquiátricas determinaron que se trataba de un "psicópata perverso" y lleva 17 años sin recibir tratamiento psicológico a pesar de las órdenes judiciales que así lo establecieron. En cuanto a la madre, recibió 16 años que ya cumplió y se mudó a Río Negro.
Uno de los datos curiosos del caso, es que el abusador se paga su propio psicólogo y comenzó tratamiento hace cuatro meses. Pese a esto, el Gabinete Técnico Criminológico siguió aconsejando que no le otorguen salidas porque su riesgo criminológico es "medio- alto".
"La pena tiene una finalidad: la reinserción. En eso hay que trabajar, en que no salga de la cárcel peor de lo que entró. Para eso el Estado tiene que brindar el tratamiento psicológico adecuado", expresó la abogada de Soñé Meliza Pozzer al medio Río Negro. Además, la letrada agregó que: "En algún momento va a salir, la prisión perpetua no existe, y lo mejor es ir creando las condiciones".
El condenado recibió este viernes pasado un particular régimen de salidas otorgado por los jueces del Tribunal de Impugnación Federico Sommer, Liliana Deiub y Héctor Rimaro. El régimen de "semilibertad" consta de dos veces por mes, 12 horas cada vez. Como la provincia no tiene pulsera electrónica, Soñé es acompañado por un policia.