Era una cruzada para Godoy Cruz ir a Córdoba a jugarle a uno de los escoltas que tiene el campeonato de la Liga Profesional, Talleres. Pero este Tomba supo defender y traerse un puntazo para sostener su lugar dentro del top ten que clasifica a la Sudamericana. Y eso, gracias a un equipo con una mente brillante como el ‘Gato’ Oldrá, un estratega que conoce el paño no sólo internamente sino también en sus rivales.
Un empate que vale oro
Tras la goleada a Boca (4-0) -que sirvió con una inyección anímica impresionante- y la victoria sobre Defensores Unidos por Copa Argentina (3-1); se podría decir que el Tomba pasa por su proceso que vale oro, después de fechas en el que sufrió por los resultados y por formulas sin provecho.
La solvencia y confianza se recuperó después de que -y una vez más- tomara las riendas Daniel Oldrá, quien sostuvo que su función como DT era esporádico, pero parece que la necesidad (y urgencia), y su amor por la institución y sus chicos, lo llevara a tomar la decisión de continuar (acompañado de dos de sus pupilos Nélson Ibález y Nico Olmedo) hasta finalizar la temporada. Y -por qué no- cerrar una campaña muy positiva con un torneo internacional a la vuelta de la esquina.
Fue en cuestiones de tres meses que Oldrá levantó a un club que se venía comprometido con el promedio dejando en evidencia que es el único que entiende al fútbol: histórico y eterno defensor de la Bodega.
El ‘Gato’ supo defender con dientes y garra a este club dentro de la cancha en su época como jugador, y cuando estuvo en el banquillo, otras tantas veces. Porque supo transmitir e inspirar: los más pibes, absorbieron de la leyenda para salir a comerse la cancha. Los más grandes, y forasteros, quedando hipnóticos ante este personaje que no hizo (y hace) otra cosa que seguir enseñando de cómo se hacen las cosas bien.
Eso se vio manifestado en el cambio rotundo de pensamiento de este Godoy Cruz que desde la fecha 12 sólo perdió 2 encuentros (en 10 partidos) sumó 16 puntos producto de 4 victorias y 4 empates, tomando en total 33 unidades para ubicarse 9no. en las posiciones y dentro de los equipos que estarían clasificando para los torneos de Conmebol.
Se preguntarán por qué en la era de Diego Flores se sumó 13 puntos en 11 partidos y dejó tanta amargura. Porque si bien fueron 4 partidos ganados, siempre estuvo al límite del sufrimiento, con algunas jugadas aisladas pero que en el balance, no hizo otra cosa que transformar a este equipo de brillantes figuras en uno deslucido. Por lo que entonces fue mejor resetear.
El Gato llegó para poner orden. Y si bien en la calculadora no marcó la diferencia, sí en la calidad de juego. Y los hinchas del Tomba están contentos con eso.
Este sábado, en Córdoba, Talleres -que marcha escolta compartiendo posición con San Lorenzo 9 unidades tras esta igualdad con la Bodega- abrió el marcador con Ramón Santos, siendo más efectivo en el primer tiempo. Pero Godoy Cruz, luego de un cambio en su planteo, tuvo un segundo tiempo brillante.
Pasado el primer cuarto de hora, el Tomba mostró un gran nivel. Parecía que el gol del empate no iba a llegar hasta que el Expreso que todos esperan apareció para facturar. Y es que lo más valioso que tuvo ayer el elenco mendocino fue el medio campo con rotación, intensidad y buen juego en espacios reducidos. Con los armadores como el hombre del potrero López Muñoz y Conechny (ingresados en el complemento) y Allende, quien anotó el 1 a 1 para el punto salvador a poco del final. Y destacar puntualmente al Ruso Rodríguez, quien más de una vez debió reaccionar bajo los tres palos.
Es obvio que al Tomba le hace falta un delantero con gol, que por el momento lo suple con el aporte de los volantes. Pero qué será, cuando se Salomón Rodríguez o Ramírez lleguen a su punto alto.
Al Tomba le falta la última puntada para su 100%, para hacer de este equipo más completo, más efectivo, y que pueda hacer soñar a todo hincha con ser protagonista de un torneo en el que hoy es River el candidato más firme a quedarse con la temporada. Y que vaya a un torneo de Conmebol, como en su época de gloria.
