La Primera Cámara del Crimen confirmó la prisión preventiva para la monja Kosaka Kumiko por los abusos en el instituto Antonio Próvolo, aunque le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria.
De esta forma, la religiosa acusada como partícipe primario en los abusos a los niños hipoacúsicos seguirá detenida hasta el juicio, pero en su casa y no en la cárcel de Agua de las Avispas, donde estaba presa hasta ahora.
El fallo se conoció pasado el mediodía, confirmaron fuentes judiciales. La resolución de los jueces rechazó el pedido de la defensa de liberar a la imputada, en tanto que también se negó las nulidades requeridas por el abogado de la monja.
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