En el medio de fuertes reclamos del sector, la Municipalidad elevó al gobierno de la provincia de Buenos Aires el protocolo con las medidas de seguridad para la reapertura de establecimientos gastronómicos.
Según se puntualizó desde el Ejecutivo comunal, se desarrollaron seis modelos de protocolo y se arribó a un documento final en el que participaron –además del Municipio- empresarios del sector, la Asociación Hotelera Gastronómica, la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), profesionales de la salud y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
El objetivo del documento conjunto fue adoptar las medidas más adecuadas para la prevención y minimización del contagio del COVID-19, proteger la salud y garantizar la seguridad tanto del personal de los establecimientos como de los clientes.
Entre algunos de los puntos del protocolo se encuentran el control de temperatura de los comensales al ingreso al salón, el trabajo por turnos y la decisión de que se pueda ocupar hasta el 50% de la capacidad final del local. Asimismo, se llevará un registro con todas las personas que ingresen al local gastronómico con datos personales y de contacto de las personas que fueron atendidas en el lugar, la fecha y hora en que estuvieron presentes, a los efectos de poder llevar a cabo una trazabilidad, en el caso de producirse un contagio.
También se establece que los clientes no podrán esperar dentro del salón y que se deberá respetar el distanciamiento social obligatorio dentro del local, tanto para los clientes como para los empleados, y, adicionalmente, podrán considerarse instalar medios físicos de separación (mamparas, tabiques de separación, paneles divisores, etc.).
El establecimiento deberá buscar una alternativa de previa reserva de horario, lo cual permite la planificación desde el día anterior y determinar la cantidad de gente que acudirá, en tanto que no estará permitido ubicar a más de 4 personas por mesa, a excepción de que se trate de grupo familiar primario de más de cuatro miembros.
El protocolo buscó definir además las medidas de prevención e higiene personal, la manipulación de alimentos, vajilla y utensilios de cocina así como la gestión de los residuos.