A raíz de las protestas que surgieron por el asesinato de la joven kurda Mahsa Amini en manos de la policía de la moral, la sociedad iraní se organizó de manera tal que ahora apunta a un cambio radical: buscan establecer la “República de Irán”, un Estado laico que priorice el respeto por los derechos de la mujer.
Los reclamos en las calles llevan más de un mes en múltiples ciudades. Pero lo que empezó como un pedido de justicia se convirtió en la necesidad de pedir un cambio estructural. Apoyados en los lemas “mujeres, vida y libertad” y “muerte al dictador” la sociedad busca poner fin a las exigencias hacia las mujeres y a leyes arcaicas que rigen sobre todos los ciudadanos.
Con esta premisa, un grupo de intelectuales y activistas local -conformado tanto por hombres y mujeres- escribió un manifiesto en donde expresan la intención de establecer la “República de Irán”. Pretenden lograr un Estado laico, sin injerencia en cuestiones religiosas -incluidas creencias y rituales- y cuya política exterior se base plenamente en el interés nacional.
El texto resalta la necesidad de que se protejan los derechos de las mujeres. En este aspecto, apuntaron a un replanteamiento de las leyes y regulaciones vigentes, en busca de conseguir igualdad ante la ley y en diversos ámbitos de la sociedad. También se enfatiza “proteger los recursos naturales nacionales y el resguardo del patrimonio cultural” como un deber del país. Al respecto, hablan de la “integridad territorial”. Y mencionarn que la “gobernabilidad de cada ciudad, barrio y provincia es responsabilidad de los habitantes de esa región”.
Los activistas remarcaron que no avalan los métodos violentos y plantean una pase pacífico hacia un Gobierno transitorio, con una gestión que “se encauce en esa dirección y bajo este principio de paz”. Pero señalan que se reservarán el derecho a la legítima defensa contra la represión violenta.
La propuesta de elecciones
Para conseguir esta “tranquilidad social” a la que apuntan, la propuesta es disponer elecciones y que el partido que sea elegido por la mayoría popular sea el que gobierne. Quien resulte ganador deberá contar con un representante que defienda los principios del movimiento “Hijas de la Revolución” (Daughters of the Revolution) y facciones que adhieran a esta línea.
El manifiesto deja asentado que el poder popular no autoriza a los funcionarios a violar los derechos de las minorías. Asimismo, garantiza que la Constitución incluirá artículos que protejan la libertad de reunión y asociación, así como la prohibición de censura oficial, la protección de la privacidad y el respeto por los derechos humanos.
En resumen, el grupo subraya que apuntan a “una sociedad más justa, donde las libertades civiles y las necesidades básicas de todos los ciudadanos estén asegurados”. “Irán es de todos los iraníes, sin distinciones de género, idioma, etnia, orientación seuxal, religión o clase social y, por tanto, el gobierno está en la obligación de luchar en contra y eliminar todas las formas de discriminación”, subrayan.
A su vez, hablaron de conceder la amnistía general a todos los detenidos “arbitraria e injustamente”, de conformar una comisión que brinde respuestas a todas las víctimas, de la transformación de la Guardia Revolucionaria Islámica en un ejército profesional -con el cese de la conscripción-, de darle una resolución a la cuestión nuclear y una especial atención a la economía y las demandas de la gente.
Según señalan, el objetivo del manifiesto es generar “un espacio de discusión” y apoyar al movimiento “Mujeres, vida, libertad”. “En la ‘República de Irán’ todos serán bienvenidos, tanto aquellos afiliados con el régimen actual como quienes demostraron simpatía con el anterior”, subrayan en el texto.
